lunes, 15 de abril de 2019

La road movie de Axel Kicillof: "kirchnerismo uruguayo" para pelear la provincia de Buenos Aires

El ex ministro de Economía recorre los pueblos bonaerenses en un Renault Clio con cinco amigos y dos parlantes destartalados.


Axel Kicillof profundiza su campaña en los pueblos del interior bonaerense, a los que llega para dar charlas en lugares públicos a bordo de un Clio con su "mesa chica", compuesta por un grupo de amigos de confianza. 

Carlos "Carli" Bianco suele ir a los municipios algunos días antes de que aterrice el ex ministro, con el objetivo de allanarle el terreno. El ex vicecanciller es su máximo armador en el interior bonaerense, el que se ocupa de recorrer los pueblos para charlar con los dirigentes locales y "tantear" la situación en cada distrito. En algunas ocasiones, los referentes son invitados antes a Capital a charlar con Bianco y cierran en sus oficinas cómo será la jornada.

Kicillof emprende luego su viaje a esos destinos en el auto de Bianco, junto a tres o cuatro asesores. "En general viajamos todos en el Clio de 'Carli' o a veces en otro auto si él ya está allá desde antes", contaron y revelaron que suelen bromear con que hacen "kirchnerismo uruguayo" porque todo el circuito es "low cost", sin personal de seguridad. 

Los acompañantes fijos en las recorridas de Kicillof son su vocera, un camarógrafo y un fotógrafo. También viaja Nicolás, el encargado del teléfono y de juntar las cartas que la gente le deja al ex ministro. "Le hablan de sus necesidades, le cuentan ideas. A veces le piden trabajo, remedios, un lugar para vivir", confiaron desde el círculo íntimo de Kicillof. Al staff fijo de acompañantes suele sumarse el diputado Carlos "Cuto" Moreno, que en general usa su propio medio de transporte. 

Una vez allá, Kicillof camina por el centro de los pueblos, visita fábricas y comercios, para después ir a la plaza céntrica o instalarse en algún lugar para dar sus charlas. "La convocatoria a los actos se hace por redes sociales. Pero sus recorridas también suman mucha gente a las charlas, porque a los vecinos le llama la atención verlo andando por el pueblo, así nomás, entonces van", explican.

El equipo de Kicillof a veces lleva sus propios parlantes para instalarlos en la plaza o se "arreglan" con lo que los "compañeros del lugar" puedan proveer, pero "sin ninguna exigencia"

"Axel siempre prefiere que sea en lugares abiertos, porque hemos visto que hay gente que se acerca y escucha quizás sentada desde algún banco, o pasa caminando y se queda a escuchar. Hay gente que no se 'anima' a pararse entre el público pero igual lo quiere escuchar", cuentan desde el equipo. 

"Hacerlas en una plaza es un guiño a esa gente. Cuando es lugar cerrado preferimos que sea un club o centro cultural también como guiño al que no está tan politizado", agregan, además de admitir que hacerlo en una unidad básica o sede local del PJ tal vez "no suma tanto".

Además, se jactan de que "junta miles de personas, es impresionante". La amplia convocatoria también genera recelo entre algunos intendentes bonaerenses, que lo describen como un "rockstar", mientras pujan porque Martín Insaurralde o "algún otro intendente" los represente en la boleta.

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