Lopetegui dio de baja la obra para no poner U$S 330 millones. En la Rosada dicen que en realidad nunca concretaron el financiamiento.
Los empresarios alemanes que estaban a cargo del proyecto para la construcción de la represa Chihuido en Neuquén amenazan al régimen fascista de Mugrizio Macri Blanco Villegas con una millonaria demanda por la decisión de cancelar la obra.
Gustavo Lopetegui les anunció el miércoles a los representantes de la empresa Voith Hydro -según indicó el pasquín ultraoficialista La Nazión- que el régimen macrifascista tomó la decisión de dar marcha atrás con el proyecto, que tiene un costo estimado de 2200 millones de dólares. "El país no está en condiciones de afrontar ese gasto", argumentó el vicejefe de Gabinete ante la sorpresa de los alemanes, que dicen tener asegurado el 85 por ciento del financiamiento.
La sorpresa de los alemanes se dio porque vinieron al país con la idea de que firmarían el contrato definitivo, con foto incluida con el ex hijastro de Flavia Palmiero. Pero no sólo no los recibió el subnormal, sino que tampoco lo hizo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Los ejecutivos de Voith Hydro no sabían quién era Lopetegui y no terminaron de entender el porqué de la cancelación de la obra.
Voith Hydro tiene el respaldo del gobierno alemán y hasta Ángela Merkel tocó el tema la última vez que vio a Macri Blanco Villegas. Alemania respalda el proyecto a través de su agencia de exportaciones. Desde Berlín les habrían ordenado a los ejecutivos de la compañía que no se vuelvan hasta firmar el contrato. En la Rosada ya lo dan por descartado.
Fuentes del régimen dijeron que los empresarios alemanes ahora amenazan con hacer un juicio por incumplimiento del contrato por 2.500 millones de dólares.
En la Rosada aseguran que en realidad el consorcio encargado del financiamiento nunca cumplió las condiciones del pliego de conseguir el 85 por ciento de los fondos de la obra. "Nunca llegaron a concretar, traen cartas de intención, pero la plata no la presentan nunca", dijeron desde el macrifascismo, donde creen que en realidad, pese al ímpetu de los alemanes, el consorcio no tiene intenciones reales de hacer la obra y sólo busca algún resarcimiento por la cancelación.
Desde el consorcio que se adjudicó el contrato aseguran que Voith Hydro ya aseguró 1.400 millones de dólares y acaba de conseguir otros 400 millones de inversores italianos. Quedaría el 15 por ciento del financiamiento que por contrato le corresponde poner al régimen fascista argentino.
Pero Lopetegui dijo que no pueden poner ese dinero, que según explicaron, asciende a 330 millones de dólares a poner en 5 años. Es decir que no se trata de una cifra tan importante como para cancelar una obra clave. Es por eso que ni los empresarios alemanes ni los argentinos ni el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, entendieron la explicación de Lopetegui, que también sorprendió a Pablo Bereciartúa, el secretario de Infraestructura y Política Hídrica del ministerio del Interior.
El vicejefe propuso que la provincia se haga cargo de ese porcentaje (sugirió que sea con regalías de Vaca Muerta), lo que enfureció a Gutiérrez. Tampoco lo convenció con la idea de Lopetegui de hacer la obra vía PPP. Le explicaron que la obra terminaría costando el doble o el triple de lo que saldría con el financiamiento alemán (el cual tendría una tasa de alrededor del 6%). Hoy el gobernador neuquino evitó confrontar con la Rosada y pidió una nueva licitación.
El que sí salió a confrontar fue el vicegobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, mucho más duro con la Rosada que Gutiérrez. "Es una noticia triste y una mala decisión de un Gobierno que desecha una obra clave para los neuquinos. Y lo hace desde una visión miope y centralista", disparó. "Fue un papelón diplomático, los hicieron viajar desde Alemania para decirles que Argentina ahora no puede poner dinero", agregó.
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