martes, 30 de agosto de 2022

Macri no intervino en la pelea entre Rodríguez Larrata y Bullrich Luro Pueyrredón y la tensión se traslada al almuerzo del PRO de hoy

El ex hijastro de Flavia Palmiero admite las diferencias entre ambos dirigentes y cree que “deben tratarse con respeto”. La dipsómana jefa partidaria decidió no hacer más declaraciones, mientras el alcalde porteño está “furioso” y reivindica el operativo de represión en Recoleta.


En medio de una inesperada escalada de la tensión interna, los líderes del PRO intentarán superar en el almuerzo de este martes la polémica generada por el operativo llevado a cabo el sábado por el nefasto régimen porteño ante el departamento de Cristina Fernández de Kirchner, que fue criticado por Patricia Bullrich Luro Pueyrredón y cuya actitud fue calificada por los larratistas de “funcional al kirchnerismo”.

Aunque durante toda la jornada estuvo en contacto telefónico con Rodríguez Larrata y con Bullrich Luro Pueyrredón, Miauricio Macri hasta ahora no intervino para pacificar la fuerza política que fundó. “Mauricio cree que Horacio y Patricia son dos candidatos presidenciales del PRO, que tienen posturas diferentes y que deben tratarse con respeto”, sostuvo un dirigente que pasa muchas horas al lado del retrasado mental.

Durante la mañana de ayer hubo versiones acerca de una reunión de urgencia entre Macri, Rodríguez Larrata y Bullrich Luro Pueyrredón para bajar el tono del enfrentamiento, pero desde uno y otro sector desmintieron ese contacto y confirmaron que todos se verán las caras durante el almuerzo del partido que tendrá lugar hoy.

La ex montonera entregadora de compañeros analizó ayer a la mañana con su círculo íntimo si convenía responder las duras críticas que recibió o si era preferible mantenerse en silencio para evitar que se declare una guerra total con el larratismo. Finalmente, optó por no hacer más declaraciones y no subir el tono de la pelea, pero sí ratificar su postura a través de sus principales dirigentes: “No es una discusión personal, sino una discusión de carácter acerca de cómo se lleva adelante el gobierno de la Ciudad. La demanda de nuestros votantes no es que haya un muerto, sino que haya orden”, destacó el diputado nacional Gerardo Milman, la mano derecha de la borracha hija de puta.

La beoda titular partidaria ratifica sus objeciones contra la decisión de Horacio Rodríguez Larrata de haber puesto vallas ante la casa de Cristina Fernández de Kirchner y luego haber negociado para sacarlas. El tuit de la noche del sábado en el que se diferenció de las autoridades porteñas, más las duras declaraciones que efectuó anteanoche en un programa de la infame señal TN, rompieron la tregua interna en el PRO y desataron un clima de enfrentamiento que podría seguir creciendo.

Hay versiones de que un sector del larratismo exigirá que Bullrich Luro Pueyrredón renuncie a la jefatura del PRO porque “está haciendo campaña para su proyecto político personal”, aunque cerca del jefe de Gobierno aseguraron que en su mesa chica no hay nadie que esté pensando en algo semejante, que pondría al partido de Macri en una virtual situación de fractura en medio de la fuerte ofensiva de la vicepresidenta por su situación judicial y a un año de las elecciones presidenciales.

Rodríguez Larrata encabezó ayer a la mañana la habitual reunión de sus principales colaboradores en el régimen porteño y durante el encuentro, según trascendió, quedó en claro que el alcalde está “furioso” por la actitud de Bullrich Luro Pueyrredón y que considera rota la tregua que había alcanzado con ella en mayo pasado y que permitió desde entonces una convivencia pacífica entre ambos.

En este caso, tampoco funcionó el esquema de contención acordado hace cuatro meses: un canal de diálogo permanente entre el larratista Fernando Straface, secretario general de la CABA, y el bullrichista Milman. Pese a la elevada temperatura de la pelea actual, hasta el momento ni siquiera hablaron por teléfono para intentar que la controversia por el operativo en Recoleta se incremente.

Los cortocircuitos entre Rodríguez Larrata y Bullrich Luro Pueyrredón comenzaron el mismo sábado en que se produjeron los incidentes ante el departamento de la vicepresidenta. La borracha se quejó en privado de que el jefe de Gobierno le pidió que firmara un comunicado de Juntos por el Cambio que mostraba dureza contra la ex mandataria y “luego negoció con el kirchnerismo” para levantar el vallado.

Para el régimeno porteño, había que descomprimir la situación porque “los kirchneristas querían un muerto” y la Policía de la Ciudad “actuó como debe comportarse una fuerza de seguridad en democracia, cumpliendo las consignas de mantener el orden sin gases, palos ni balas de goma”.

Cuando Juanjo Méndez, uno de principales asesores del jefe de Gobierno, llamó a Bullrich Luro Pueyrredón para que se sumara a la conferencia de prensa de la noche, junto con otros dirigentes de Juntos por el Cambio, ella se negó a ir porque quería hablar y le advirtieron que sólo estaba previsto que lo hiciera Rodríguez Larrata.

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