La vicepresidenta salió de su casa ayer cerca del mediodía y fue recibida por un grupo de personas que se encontraban allí desde la mañana para manifestarle su apoyo y esperaron su regreso que se produjo cerca de las 20.
Cristina Fernández de Kirchner saludó ayer a un grupo de personas que se acercó nuevamente hasta su domicilio en Recoleta, ya sin vallas que impidieran el acceso, tras la represión de la policía de la Ciudad a los militantes que ayer se habían movilizado hasta allí para repudiar la persecución judicial contra la ex presidenta.
Pasado el mediodía, visiblemente sorprendida y emocionada, la vicepresidenta salió de su domicilio y se encontró con un grupo de personas que se acercaron desde temprano a manifestarle su apoyo, tal como hicieron toda la semana pasada, le pidieron fotos y con ejemplares de su libro "Sinceramente" para que le firmen.
Ayer, las inmediaciones de la cada de la vicepresidenta amanecieron sin las vallas que el abyecto régimen porteño habían instalado el sábado en la zona para impedir el acceso de los militantes que se acercaron hasta la esquina de Juncal y Uruguay, y que fueron reprimidos por la nefasta policía de Rodríguez Larrata.
Según trascendió, la ex jefa de Estado pasó el día en la casa de su hija Florencia, ubicada en el barrio de Monserrat, donde compartió una jornada en familia. En su domicilio la esperó un nutrido grupo de militantes que llegaron a la zona en la tarde de ayer.
Pasadas las 19:55, la titular del Senado regresó a su departamento a bordo de su vehículo oficial, en medio de una multitud que la recibió en el lugar al grito de “Cristina presidenta”.
Antes de entrar a su casa, Cristina se bajó del auto para saludar a sus seguidores y firmar libros, momento en el cual se volvió a mostrar emocionada por el apoyo hacia ella.
De acuerdo con lo que precisaron fuentes del Ministerio de Seguridad porteño, si bien no se llegó a montar un operativo en el lugar, en los alrededores hubo un despliegue de efectivos de la Policía de la Ciudad y de un grupo de infantería, que quedaron atentos a la nueva concentración.
Más temprano, se viralizó en las redes sociales un video donde se ve cómo el propio hijo de la vicepresidenta, el diputado Máximo Kirchner, también fue agredido y recibió golpes por parte de un grupo de efectivos policiales cuando intentaba llegar hasta la casa de su madre (ver nota aparte en esta misma edición).
Anteanoche, la ex mandataria le agradeció a sus simpatizantes "el amor, la solidaridad y la lealtad de todos", al hablar en un escenario montado en el lugar, luego que la Policía porteña retirara sus móviles del lugar.
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