En la noche del jueves, se confirmó el hallazgo de un cuerpo calcinado en la localidad chubutense de El Maitén. Ya hay 220 viviendas consumidas y 1500 hectáreas de vegetación quemada.
A cinco días de desatado el incendio que generó una catástrofe social en la Comarca Andina chubutense continúan los trabajos de relevo sobre las áreas afectadas que de momento arrojan un total de 220 viviendas consumidas, 1500 hectáreas de vegetación nativa e implantada quemada por completo sumado a la total destrucción de los ya precarios sistemas de agua y electricidad que abastecían a la población.
En la noche del jueves, se confirmó el hallazgo de un cuerpo calcinado en la localidad chubutense de El Maitén. La víctima figuraba entre los desaparecidos. El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Juan Cabandié, recorrió los barrios más afectados junto al intendente de Lago Puelo, en tanto que el presidente Alberto Fernández se comunicó por vía telefónica. Por la noche se lanzó el Comité de Emergencia interinstitucional que se ocupará de cubrir la zona los próximos días.
Antes de iniciar el recorrido, el ministro Cabandié contó que la zona recibirá un ATN por 200 millones de pesos para la reconstrucción. "El presidente me ha pedido detalles y estamos acá para brindar ese marco de ayuda, para sostener y acompañar a los municipios, a las familias y dar un combate al fuego para acabar con estos focos ígneos", explicó el ministro. Pocas horas después, el intendente de Lago Puelo, Augusto Sánchez, expresó en sus redes que Alberto Fernández se había puesto en comunicación telefónica con él.
En la zona del inicio del primer foco, que se conoce como los altos de Golondrinas y está ubicada a a 15 kilómetros del centro del pueblo de Lago Puelo se ven las huellas de lo que fue un avance irregular pero constante del fuego.
“Uno de los postes de luz que podría haber generado las chispas iniciales se encuentra consumido y generó una dispersión del fuego desde lo alto”, explicó un combatiente de incendios de nombre Carlos que recorre la zona diariamente.
“Los dos incendios se atrajeron entre sí por la necesidad de oxígeno que los acelera: sólo porque comenzó la lluvia no llegaron a unirse físicamente pero uno produjo que el otro tomara un comportamiento violento”, agregó. En el segundo foco ubicado en Radal, aún se determinan las causas y se sospecha que fue intencional.
En las zonas siniestradas, la ceniza, el olor a quemado y el humo dominan la escena. En lo que hasta el martes fue su casa y que hoy es una pila de escombros, muchas personas trabajan a mano pidiendo recomendaciones a los brigadistas que recorren el lugar para garantizar que no se reactive ningún foco. Cada tanto algún vecino que trabaja en los restos da el alerta y un móvil de emergencia debe trepar los caminos de ripio para descargar agua sobre los puntos calientes. Mientras tanto se realizan recorridos para evitar la caída de postes y árboles que quedaron completamente destruidos.
José Mazzei es director general de Defensa Civil de Chubut y celebra que no haya nada nuevo para contar respecto del primer parte oficial. “Recorrimos la zona a caballo, en vehículos, la sobrevolamos y podemos repetir que no se cuentan al momento víctimas fatales. La prioridad ahora es reestablecer el servicio eléctrico y el acceso al agua potable. Mañana se trabajará para que reciban generadores las dependencias de salud, policía, educación y policía de la mujer”, anticipó el funcionario.
Actualmente el fuego sigue activo y por la cantidad de focos puede retomar fuerza en cualquier zona pero esta vez toda la población está abocada a la vigilancia. “Para los próximos días se esperan condiciones meteorológicas favorables para el combate del fuego que por las dimensiones se sostendrá por los próximos 15 días”, explicó Mazzei. “Mañana (por hoy) se abastecerá de forraje a los pobladores para los animales que hayan quedado vivos”, agregó. Además de las pérdidas materiales, los productores de esa zona perdieron cabezas de ganado, animales de cría, de compañía, huertas y apiarios.
En Lago Puelo y El Hoyo no hay agua ni electricidad desde el martes. Las vecinas y vecinos recorren las zonas menos afectadas con su ropa y bidones vacíos a cuestas para visitar las casas de aquellos pobladores que disponen de un generador para poder higienizarse o juntar agua para cocinar.
La perspectiva es de al menos unos 15 días de combate del fuego, a los que se sumarán los trabajos de reconstrucción de viviendas y restauración total de los sistemas de servicios que fueron totalmente destruidos. En el centro del pueblo los locales funcionan con poca mercadería y el ruido de los generadores es moneda corriente, la nafta es un bien fundamental que se agota rápidamente por la alta demanda.
Con el pasar de los días comenzó a contactarse a los números oficiales la gente que estaba incomunicada porque nunca dejó la zona afectada. “Recién pude bajar hoy (por ayer) a El Bolsón para poder conectarme ya que estuve cuidando lo que quedó bien de mi vivienda”, cuenta Ailén, una vecina que figuraba en el listado de aquellos que no podían ser contactados y se dieron por desaparecidos.
Con la llegada de la noche, los que estuvieron trabajando en sus terrenos bajan al pueblo para comer algo y descansar en los puntos de recepción de evacuados o el lugar donde decidieron autoevacuarse. A primera hora de la mañana todos están de regreso para trabajar en la zona. Muchos vecinos recorren el lugar que fue su barrio en busca de sus animales domésticos que huyeron espantados con las llamas.
Además de la fuerte presencia institucional en la zona y de los lazos entre los pueblos de la Comarca, crecen las muestras de solidaridad desde todos los puntos del país. Las donaciones no se detienen, en tanto que hay una red organizada específicamente para acompañar a aquellos animales domésticos perdidos a los que se asiste y de los que se publica información en una página de animales extraviados para que puedan reencontrarse con sus familias.
Por María Fernanda Rezzano, desde Lago Puelo, Chubut, para Página/12
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