Bajo la consigna “No murió, lo mataron”, los maradonianos se autoconvocaron en Avenida Corrientes y 9 de Julio para “exigir juicio y castigo a los culpables” del deceso del astro del fútbol. Claudia Villafañe y Dalma y Gianinna Maradona participaron brevemente.
A casi cuatro meses de la muerte de Diego Armando Maradona, sus seguidores y fanáticos se autoconvocaron a través de redes sociales en el Obelisco porteño para pedir que se esclarezca la muerte del ídolo nacional.
La cita estaba pactada para las 18 horas. Bajo la consigna “No murió, lo mataron”, desde hace unos días comenzaron circular unos flyers con el rostro y la silueta del Diez que invitaban a una movilización para pedir “Justicia por Diego” y “Juicio y castigo a los culpables de su deceso”.
Antes de las cinco de la tarde ya había algunas personas en la Plaza de la República, frente al Obelisco.
En tanto, poco antes de las seis de la tarde llegaron al Obelisco Dalma y Gininna Maradona junto a Claudia Villafañe, portando una bandera y acompañados por seres queridos.
Pero apenas cinco minutos después, y en medio de un tumulto de gente, tanto la ex esposa del Diez como sus dos hijas se alejaron del Obelisco e ingresaron a un hotel, que abandonaron poco después de las 18.30. También participaron de la movilización Verónica Ojeda, una de sus ex parejas, y Dieguito Fernando, otro de sus hijos.
“A partir de ese momento la movilización cobró otra magnitud”, dijo Diego Coelho (35), uno de los fundadores de Pueblo Maradoniano, una agrupación que se desprendió de la Iglesia Maradoniana a finales de 2020.
“Venimos a pedir justicia, a cantar y gritar por Diego para que los jueces y los fiscales vean que el pueblo necesita respuestas. En paz, con barbijos y respeto”, apuntó Coelho, quien contó que de Maradona se hizo fanático cuando tenía 5 años. “El mundial de 1990 me entró por los poros. Después le pedía a mi mamá que me comprara las revistas con la cara de Diego. Ahora cada vez que lo veo en una imagen me pongo a llorar. Me lo mataron por unos billetes”, dijo.
Diego Maradona falleció a los 60 años el pasado 25 de noviembre mientras cumplía una internación domiciliaria en una casa alquilada en un barrio de la localidad bonaerense de Tigre, semanas después de someterse a una operación en el cráneo por un hematoma subdural.
En la causa que investiga el presunto delito de homicidio culposo, la Justicia imputó al neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la médica coordinadora Nancy Forlini y los enfermeros Dahiana Gisella Madrid, Ricardo Almirón y Mariano Perroni (coordinador).
A pedido de la Justicia, el lunes 8 de marzo se reunió una junta médica de 20 especialistas en la Dirección de Policía Científica para analizar la muerte del ídolo. Sus resultados serán clave para definir los pedidos de indagatoria e imputaciones de los especialistas que lo trataron.
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