jueves, 27 de agosto de 2020

Tras el pedido de Cristina a Santilli, retiraron el vallado instalado alrededor del Congreso

La vicepresidenta había solicitado al vicejefe porteño, Diego Santilli, el retiro de un vallado que se había instalado alrededor del Palacio Legislativo en previsión por una concentración en contra del tratamiento en el Senado del proyecto de reforma judicial.


Horas después de que la administración porteña empezara a instalar un vallado perimetral en las inmediaciones del Congreso por el abrazo globoludo convocado en el lugar de cara al tratamiento de hoy de la reforma judicial en la Cámara alta, Cristina Fernández de Kirchner levantó el teléfono, llamó a Diego Santilli y le pidió que levantara las vallas, una solicitud que fue aceptada de inmediato por el vicejefe de Gobierno a cargo de la seguridad de la CABA.

Así lo confirmaron desde el entorno de la vicepresidenta y desde el régimen porteño minutos después de la breve charla telefónica que mantuvieron la ex presidenta y el funcionario en las primeras horas de la tarde. “El dispositivo se decidió en conjunto entre la seguridad del Congreso, que está a cargo de la Policía Federal, y la Policía de la Ciudad”, resaltaron en las oficinas de la administración que encabeza Horacio Rodríguez Larrata. Es decir que la propia vicepresidenta desoyó las recomendaciones del personal policial a cargo de la seguridad en el Senado, como una muestra política de que no está dispuesta a sesionar en un Congreso vallado.

Cerca de las 15, efectivos de la Policía de la Ciudad ya empezaban a retirar las vallas que habían empezado a instalar a primera hora del día, “por decisión del operativo conjunto”, agregaron desde la administración porteña.

Usuarios de las redes sociales convocaron para ayer a partir de las 16 en las inmediaciones del Parlamento y en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires a una vigilia en protesta por el tratamiento del proyecto de reforma judicial, al que el oficialismo se encamina a darle media sanción este jueves en el Senado, donde el Frente de Todos hace valer su hegemonía parlamentaria.

Según se viralizó por las redes sociales, los organizadores pretenderían acampar frente al Congreso en la denominada marcha del “26A” para seguir con la protesta mañana, cuando en la Cámara alta se debata la iniciativa impulsada por la Casa Rosada y fuertemente cuestionada por la oposición.

A diferencia de las multitudinarias manifestaciones del feriado del lunes 17, y con los ánimos mucho más caldeados, el macrifascismo esta vez se desentendió de la convocatoria. La semana pasada, el sector más radicalizado de Juntos por el Cambio había celebrado las protestas.

Desde el PRO, la UCR y la Coalición Cínica decidieron correrse y no fogonear las protestas. “La marcha para nosotros fue la del 17″, aseguró un encumbrado referente de Juntos por el Cambio que sí participó el feriado pasado. Legisladores opositores agregaron además que no era momento de azuzar el mal humor político y social y que no sería un buen mensaje marchar frente al Congreso en el que ellos mismos trabajan.

Hoy, después de un debate que contó con la exposición de decenas de especialiastas de diversos ámbitos de la Justicia, el Senado tiene previsto darle media sanción al proyecto de reforma judicial, que crea juzgados penales en el interior del país y que busca licuar el poder de Inodoro Py, a pesar del rechazo de Juntos por el Cambio. La iniciativa, de hecho, no tiene todavía los votos necesarios en Diputados para que el Gobierno pueda darle sanción definitiva. Es más: su futuro en la Cámara baja pende de un hilo.

En las últimas horas había surgido una versión que daba cuenta de que Rodríguez Larrata y Alberto Fernández habían iniciado algunas negociaciones para dilatar el tratamiento en Diputados y buscar una salida más consensuada al proyecto. El jefe de Gobierno tiene una relación más que estrecha con Sergio Massa, el presidente de la Cámara baja.

Pero fue María Eugenia Vidal, aliada del alcalde porteño, la que se encargó ayer a la mañana de rechazar las versiones. “No hay negociación y un acuerdo posible con nuestros valores fundamentales que es la independencia de la Justicia y la Corte Suprema”, subrayó la ex gobernadora fascista bonaerense (ver nota aparte en esta misma edición).

Antes de ayer, Cristina Fernández de Kirchner difundió una carta pública en la que confirmó el tratamiento de la reforma, fustigó nefasto régimen fascista de Miauricio Macri Blanco Villegas y abundó en que la iniciativa que este jueves tendrá media sanción “no es la verdadera”. Una señal de que tal vez hubiera ido mucho más fondo. Por lo pronto, llamó a Santilli para dejarle en claro que no quiere custodia extra en torno al Senado.

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