sábado, 29 de agosto de 2020

El canje de deuda cerró con una adhesión superior al 90% y Argentina se encamina a salir del default en pocos días más

Tras cuatro meses de tensas negociaciones, múltiples postergaciones de plazos y enmiendas desde una oferta inicial inferior en abril, este viernes a las 18 hs. de Argentina se cerró el período para que los tenedores de bonos bajo ley extranjera acepten la propuesta de reestructuración del país. 


Después de cuatro meses de tensas conversaciones sobre la deuda, múltiples postergaciones de plazos y enmiendas desde una oferta inicial inferior en abril, se cerró ayer a las 18 hs. de Argentina el período para que los tenedores de bonos acepten la propuesta de reestructuración del país de unos 65.000 millones de dólares, con una adhesión largamente superior al 90%, según dijeron altas fuentes oficiales

Tras el procesamiento de toda la información, el Palacio de Hacienda dará a conocer los resultados el lunes próximo, tal como estaba definido en el prospecto de la oferta y el 4 de septiembre se procederá a efectuar la liquidación, ya que los inversores entregarán sus títulos viejos y recibirán los nuevos. El lunes 7 comenzarán a cotizar los bonos surgidos de esta operación financiera.

De esta manera, el Gobierno habrá logrado resolver uno de los escollos más importantes que tenía la economía, y evitar un default prolongado. La deuda total a canjear ascendió a U$S 64.800 millones.

De acuerdo con la información preliminar, el Gobierno habría logrado alcanzar las mayorías previstas en la Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) de los bonos que tienen indenture 2016 (los globales, emitidos durante el macrismo), pero aún le faltaba llegar a los números necesarios en algunas series de los bonos indenture 2005, que requieren porcentajes de adhesión más altos para arrastrar al resto.

“En los 2016 vamos a llegar a las CAC; en los Discounts, también, pero en los Pares nos quedan dos series que todavía estamos peleando. El piso es 95% de adhesión total, con chances de llegar al 100%”, dijeron, a modo de festejo, en el Gobierno. Así, se habría superado el porcentaje alcanzado entre los canjes 2005 y 2010, que sumaron un 93 por ciento.

En el caso de los bonos 2016, las CAC establecen que para arrastrar a la totalidad de los tenedores debe alcanzarse la aceptación del 66,6% de todos los títulos elegibles y el 50% de cada serie, mientras que para los bonos K, debe lograrse el 85% de la totalidad y el 66,6% de cada serie. De no haber logrado las mayorías en las dos series mencionadas, el Gobierno podrá recurrir a la reasignación.

El objetivo será que no queden holdouts de esta operación, pero si quedaran unos pocos, la estrategia a seguir dependerá de quiénes son los tenedores de esos títulos y qué posibilidades de litigio haya, afirmó un referente del mercado. En este caso, el Gobierno tiene la posibilidad de formular, en el plazo que considere conveniente, una oferta levemente mejor para terminar de conseguir las adhesiones que no obtuvo hasta hoy.

Las expectativas en el mercado en torno al canje se revirtieron favorablemente a partir del acuerdo explícito que mostraron el Gobierno y los tres grupos de acreedores a comienzos de agosto, y que luego fue reconfirmado tras la presentación de la última propuesta de canje ante la Securities & Exchange Commission (SEC). En esa oportunidad, los tres comités –Ad Hoc, Exchange Bondholders y el Comité de Acreedores (ACC)– volvieron a remarcar el apoyo a la oferta y llamaron a los inversores a aceptarla.

La propuesta tiene un valor presente neto de US 54,8, si se considera una tasa de descuento del 10%, por lo que subió un punto respecto de la anterior. El Gobierno también accedió a conceder algunos cambios legales para limitar las cláusulas de reasignación y pac man que generaban un fuerte rechazo por parte de los acreedores.

Con este canje resuelto y la salida del default que empezó a fines de mayo último encaminada, el Gobierno esperará los resultados de la operación de reestructuración de títulos en dólares emitidos bajo ley local, cuyo plazo vence a mediados de septiembre y del cual Economía también tiene muy buenas expectativas. “Será una adhesión masiva”, habían dicho en el Palacio de Hacienda apenas fue enviado el proyecto de ley al Congreso.

Según las estimaciones del equipo económico, a partir de estas dos operaciones, el horizonte financiero entre 2020 y 2024 se despejaría sensiblemente. Los vencimientos de títulos ley Nueva York en esos años ascienden a U$S 30.461 y con la propuesta en marcha bajarían a U$S 4.038 millones, mientras que los vencimientos de deuda en dólares ley local suman U$S 32.400 millones en ese mismo período y se reducirían a U$S 2.151 millones.

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