Fueron 149 mil entre marzo y mayo contra 152 mil del año pasado. En junio, además, hubo un repunte del empleo y las empresas volvieron a contratar.
El trabajo registrado en la Argentina no fue ajeno a los daños que provocó la pandemia de coronavirus, aunque resultó afectado en menor medida que en un amplio número de países, entre los que se encuentran Canadá, Estados Unidos, Brasil y Chile, e incluso menos perjudicado que en 2019, el peor año para los asalariados en relación de dependencia del sector privado desde 2009.
Con una cuarentena estricta en abril, donde apenas el 43% de la economía del país estuvo activa, la destrucción del empleo formal fue letal ese mes y también bastante significativa en marzo, cuando el aislamiento social y obligatorio arrancó el día 20. No obstante, en mayo prácticamente no hubo variaciones en los puestos laborales de los trabajadores privados y en junio la tendencia muestra una reversión en positivo.
Así las cosas, según un informe del Ministerio de Trabajo de la Nación, entre marzo, abril y mayo, se desvincularon del empleo formal del sector privado 149 mil trabajadores: son 320 mil en total los que dejaron de realizar aportes al sistema de seguridad social incluidos los empleados públicos, monotributistas, autónomos y personal del servicio doméstico.
En tanto, en todo 2019, se perdieron 152 mil empleos asalariados formales. Es decir, que el año pasado se produjo la misma destrucción de empleo formal que la verificada durante los tres meses de paralización de buena parte de la economía argentina para evitar el colapso del sistema sanitario y masivas muertes por Covid-19.
Y para conocer el número final de 2020, hay que esperar a que cierre el año porque en los meses que restan el empleo puede reactivarse, advirtieron desde la cartera laboral que conduce Claudio Moroni. De hecho, anticiparon a este diario que en junio se ve una recuperación del empleo formal del sector privado. En plena pandemia, las empresas volvieron a contratar.
La pérdida de 149 mil trabajadores en tres meses es una caída del 2,5% del empleo formal privado, la más alta desde 2002 para un trimestre, pero muy lejos del 19% de caída del empleo formal privado de Canadá o del 13% de Estados Unidos, aunque en otra realidad, donde la merma suele revertirse mucho más rápido que en países en desarrollo como la Argentina, donde su economía sufrió enormes deterioros los últimos 4 años y había quedado al borde del default.
En 2019, sin condicionamientos globales para producir y comerciar, el empleo formal en la Argentina cayó también 2,5%, la baja más pronunciada desde 2009, año de la crisis financiera internacional donde se perdieron 155.000 empleos en relación de dependencia, una tasa de -2,6%.
"La Argentina pasó de ser el país con peor rendimiento laboral (empleo formal privado) de los países estudiados durante 2019, al que muestra hoy la mejor dinámica laboral durante la crisis provocada por el coronavirus", resalta el estudio de la cartera laboral.
En materia de ingresos y sueldos, la contracción del salario real también ya era una realidad mucho tiempo antes de la irrupción del coronavirus. Hasta el momento, la pandemia afectó en menor medida la dinámica del empleo asalariado registrado de lo que lo hizo el último período de gestión del nefasto régimen fascista y neoliberal de Miauricio Macri Blanco Villegas.
De acuerdo a los registros del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el recorte del salario real en el marco de la pandemia equivale a la mitad de la caída verificada en 2019. En mayo de 2020, el poder adquisitivo del sueldo medio del empleo registrado del sector privado cayó un 4% en la comparación interanual (este valor incluye el efecto del menor ingreso como consecuencia de las compensaciones recibidas por los trabajadores suspendidos). En cambio, en mayo de 2019, el salario medio real se contrajo un 8%.
En cuanto al empleo informal, allí no es posible acceder a datos certeros, pero la UCA estimó una pérdida de al menos 650.000 empleos “en negro” durante la pandemia lo que haría trepar la tasa de desocupación del 10,4% del primer trimestre (INDEC) a un 15,5% para el segundo trimestre.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, sostuvo que “la caída del empleo informal estimamos que es parecida a la que se registra en el empleo formal. Los datos muestran una baja de los monotributistas, pero hay que ver qué pasa más adelante, si es un atraso en el pago o algo más definitivo. Cabe recordar que venimos de años de pérdida de empleo, de hecho, en 2019 la caída fue mayor que durante la pandemia”.
Fuente: nota de Rosalía Constantino para Minutouno.com
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