viernes, 10 de julio de 2020

Banderazo de los soretes en el Obelisco y distintas ciudades del país, sin cumplir el distanciamiento social y con agresiones a periodistas

Manifestantes de la derecha gorila se agruparon para manifestar su odio al peronismo y cuestionar la cuarentena y la intervención de Vicentin.


Un grupo de manifestantes se convocaron en el Obelisco y en distintos puntos del país para criticar por un lado la cuarentena establecida por el Gobierno para prevenir la expansión del coronavirus y por otro repudiar el intento de intervención en la cerealera Vicentin. El hecho ocurrió en medio de una fuerte alza de contagios de Covid-19 principalmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

Nuevamente, los anticuarentena y sectores críticos del Gobierno coparon algunos puntos del país, esta vez durante el Día de la Independencia, con el objetivo de cuestionar las medidas impulsadas por el presidente Alberto Fernández para combatir la pandemia en Argentina. “El reclamo es todo”, dijo uno de los pelotudos presentes, en una clara muestra de descontento.

Las concentraciones fueron convocadas por las redes en coincidencia con el aniversario del Día de la Independencia por el 9 de Julio. Las más concurridas movilizaciones se observaban en Córdoba, Mendoza, Mar del Plata y el Obelisco porteño. Los banderazos fueron acompañados por bocinazos de los vehículos que se sumaron en caravana a las movilizaciones.

La manifestación gorila se dio en un contexto de fuertes críticas de algunos sectores de la oposición al Gobierno de Fernández. Miauricio Macri Blanco Villegas -que enfrenta distintas causas judiciales en su contra, la principal de ellas por el presunto armado de una red de espionaje ilegal- denunció en una entrevista que le realizó por zoom el "periodista" peruano Alvaro Vargas Llosa, que el "Gobierno ha intentado en la pandemia avanzar sobre la libertad de expresión, el funcionamiento de la justicia, la independencia de los poderes y la propiedad privada".

Sin embargo, en la oposición no todos piensan igual. La ex gobernadora fascista de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal se definió como "pro pandemia", en un llamativo juego de palabras. Suponemos que habrá querido decir "pro cuarentena".

La jornada de marchas ocurrió mientras el presidente Fernández celebraba -de forma virtual- el acto por la conmemoración del Día de la Independencia, con un llamado a la unidad del país en medio de la epidemia del coronavirus, agudizada en casos y fallecidos en los últimos días.

La convocatoria de protesta, en coincidencia con el 9 de julio, contenía varias proclamas, entre ellas: "no más cuarentena salvaje", "soluciones para el sector de Salud y de la Policía", "apertura y soluciones para el sector comercial" y "no más ataques al campo".

Un cartel agitado frente a la Residencia de Olivos, morada del presidente en las periferia de Buenos Aires, resumía el espíritu de la convocatoria: "marchamos contra el comunismo".

Por la tardes, en el Obelisco se registró la agresión de parte de un grupo de soretes a los periodistas y al móvil de C5N que cubrían la protesta de los hijos de puta (ver nota aparte en esta misma edición).

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