martes, 2 de junio de 2020

Trump reclamó a los gobernadores que retomen el control de las calles de Estados Unidos

El presidente yanqui aseguró a los mandatarios regionales que deben incrementar la cantidad de arrestos y mostrar dominio ante los disturbios, los cuales han tenido lugar en las marchas que fueron catalizadas por la muerte de George Floyd a manos de un policía. De lo contrario, indicó, se verán “como un grupo de idiotas”.


El patético e impresentable presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, criticó ayer a los gobernadores estatales por lo que consideró una respuesta insuficiente a los disturbios que han tenido lugar durante las protestas por la muerte de George Floyd.

En una conferencia telefónica, cuyo audio se filtró rápidamente y fue difundido por distintos medios locales, Trump dijo a los mandatarios regionales que los manifestantes eran “terroristas" y debían "dominarlos". De no tomar un enfoque “duro” que implique “enviarlos a prisión por largos períodos de tiempo”, se verían como “idiotas” ante los ojos del público, aseguró.

En concreto, se enfocó en Minnesota, ciudad donde Floyd murió a manos del policía Derek Chauvin luego de que este se arrodillara en su cuello por más de ocho minutos, asegurando que la ciudad se había convertido en un “hazmerreír a lo largo del mundo”.

En contacto con la prensa luego de la llamada, el gobernador del estado Tim Walz dijo que agradeció a Trump y al secretario de Defensa, Mark Esper, por su apoyo, pero rechazó la declaración. “Dije ‘nadie se está riendo aquí’. Estamos dolidos, estamos llorando. Vimos como un hombre perdió su vida”, expresó.

Con respecto al enfoque sugerido, contó que “le dije al presidente que una postura de fuerza en el terreno es insostenible militar y socialmente, porque es la antítesis de como vivimos”.

No obstante, Trump reforzó su postura a lo largo de la llamada. Criticó a los gobernadores por no “juzgar” a los manifestantes y los cominó a “arrestarlos, presentar cargos contra ellos y mandarlos a prisión por 10 años”.

“No pueden cerrar un acuerdo en el que estén en prisión por una semana. Estos son terroristas, son terroristas. Y buscan hacerle cosas malas a nuestro país. No debería ser difícil ocuparse de esto y lo vamos a hacer”, dijo.

“Debe haber una retaliación”, agregó Trump, quien ha llamado repetidamente a los gobernadores a convocar a la Guardia Nacional para hacer frente a las escenas que han tenido lugar en decenas de ciudades a lo largo del país. También informó que pondría al general Mark Milley, el titular del Estado Mayor Conjunto, “a cargo”, pero no especificó si ello implicaba una decisión de desplegar al ejército en las calles del país.

“Tenemos todos los hombres y mujeres que necesiten, pero no los están llamando. Tienen que dominar. De lo contrario, estarán perdiendo su tiempo. Los pasarán por encima y se van a ver como un grupo de idiotas. Tienen que dominar”, dijo el presidente al respecto.

Sin embargo, Trump encontró resistencia por parte de distintos gobernadores. Entre quienes expresaron su desacuerdo durante la llamada se encuentran J.B. Pritzker (Illinois) y Janet Mills (Maine).

El primero dijo que es necesario “abogar por la calma” y criticó directamente al mandatario al decir que “la retórica que sale de la Casa Blanca está empeorando la situación”. Ante ello, Trump le dijo a Pritzker que “tampoco le gustaba mucho la retórica" del gobernador y que podría “hacer un mucho mejor trabajo”.

Mills, por su parte, indicó que en su opinión el viaje que el presidente tenía planeado a su estado esta semana podría provocar nuevos incidentes. “Estoy muy preocupada por la posibilidad de que su presencia cause problemas de seguridad”, dijo. Trump respondió que su equipo “lo analizaría”, pero aseguró que esperaba que “una tremenda multitud” lo fuera a recibir. “Quieren a su presidente”, expresó.

Numerosos mandatarios regionales han establecido toques de queda en sus estados con el objetivo de reducir la posibilidad de que tengan lugar escenas de violencia, la mayoría de ellas por la noche. El último en hacerlo fue el gobernador, Andrew Cuomo, quien decretó que este tendrá lugar entre las 11 PM, hora local, y las 5 AM.

Cuomo criticó el accionar de ciertos oficiales del departamento de policía y calificó sus acciones como “muy perturbadoras”. También pidió a la procuradora general, Letitia James, que lleve a cabo un reporte sobre los agentes que realicen actos de brutalidad contra los manifestantes.

Con respecto a los hechos en Washington D.C., que tuvieron como uno de sus epicentros las inmediaciones de la Casa Blanca, Trump dijo que la situación “estaba bajo control y lo tendremos bajo mucho más control” e indicó que traerá “miles de personas” para hacerlo. Parecía referirse a miembros de la Guardia Nacional. “En Washington haremos algo que nunca han visto. Tendremos el dominio absoluto”, aseguró.

La declaración llegó tres días después de que agentes del Servicio Secreto llevaran a Trump a un búnker en la Casa Blanca para asegurar su protección en el marco de las protestas, cuando algunos manifestantes arrojaron piedras a sus inmediaciones.

Trump pasó casi una hora en el búnker, diseñado para su uso en emergencias, como ataques terroristas, según un republicano cercano a la Casa Blanca que no estaba autorizado a comentar de forma pública cuestiones privadas y que habló bajo condición de anonimato. Su versión fue confirmada por un funcionario del gobierno que también habló bajo condición de anonimato.

Más de 4.400 personas han sido arrestadas hasta el momento en el marco de las protestas desde que estas comenzaron la semana pasada.

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