El presidente admitió que "está claro que en el AMBA tenemos un problema y debemos esperar cuidadosamente cómo evoluciona", pero remarcó que "el resto del país evoluciona bien", al referirse al número de infectados con coronavirus.
Alberto Fernández aseguró que "la calidad científica argentina y el ingenio argentino" serán factores claves para contener el avance del coronavirus en los barrios populares porque "no hay experiencia" en el mundo sobre cómo lidiar con los contagios en ese tipo de aglomerados, que no existen en Europa, y subrayó que el país está elaborando su "propio protocolo" para dar respuesta en esos lugares.
"Estamos en una etapa en la que no hay experiencia, en cuanto a qué pasa en los barrios populares. Estamos haciendo nuestro propio protocolo porque no hay antecedentes; los de los países cercanos, que no voy a mencionar, no son buenos antecedentes a seguir", dijo Fernández ayer en declaraciones radiales, al tiempo que señaló que Argentina siguió la experiencia de Europa para hacer frente al virus.
En este marco en el que no existe un antecedente que el país pueda utilizar para la situación de propagación del virus que se da en los barrios populares, el jefe de Estado dijo que "vamos a tener que prestarle mucha atención a lo que ocurre allí y buscar en la calidad científica argentina y en el ingenio argentino para resolver" los contagios.
Detalló que los países europeos como España, Francia e Italia "pagaron un alto costo por la no experiencia" frente a la Covid-19 apenas estalló la pandemia, pero destacó que las decisiones de esos gobiernos para atender la emergencia lo "ayudaron mucho" a la hora de adoptar resoluciones para la Argentina.
Insistió con que las villas y asentamientos no existen en esos países y, por eso, su gobierno tiene que "esforzarse mucho porque Argentina está llegando a un punto donde el mundo no había llegado: el virus en los barrios populares".
El mandatario defendió la necesidad de que la cuarentena sea estricta en barrios como Villa Azul, en el conurbano bonaerense, debido a la velocidad de los contagios en lugares "muy populosos" y donde "las condiciones de vida son muy precarias, con muy alta cercanía".
"El problema es que tenemos un mirada muy porteña; está claro que tenemos un problema y tenemos que ir cuidadosamente viendo cómo evoluciona porque estamos frente a un virus que no sabemos cómo se controla; hay que ser muy cuidadosos", reflexionó y puso como ejemplo también a Necochea, donde hubo una multiplicación de casos de Covid-19 luego de una reunión, pese a que "se creía que la ciudad estaba libre de riesgos".
En este contexto, consideró que "está claro" que en el AMBA existe un "problema" y propuso que "debemos esperar cuidadosamente cómo evoluciona".
"Salvamos muchas vidas con la cuarentena, pero sabemos que es una medida que tendrá consecuencias y tenemos que prepararnos para afrontarlas", declaró el presidente, quien resaltó que en el interior del país fue controlada la evolución de los contagios.
Si bien juzgó "absolutamente entendible" la preocupación de quienes no pueden todavía retomar su actividad laboral y comercial, Fernández reiteró que "la cuarentena es el único remedio que la ciencia dice que hoy funciona" y pidió no hacer "lecturas poco responsables" sobre la duración del aislamiento porque "el riesgo está latente".
"¿Alguien seriamente piensa que el sueño que yo tuve es una economía paralizada por una cuarentena?. ¿Ese puede ser el sueño de un presidente? Quiero un país que produzca, que esté de pie", declaró y detalló que su gobierno destinó 2 puntos del PBI a asistir a las personas perjudicadas laboralmente por la pandemia, con ayudas como el IFE, el pago estatal del 50 por ciento de los sueldos a empleados de pymes y la eliminación del impuesto a las ganancias para los trabajadores esenciales.
En otro tramo de la entrevista, el jefe de Estado interpretó que la situación que se vive en Estados Unidos "tiene que ver con la desigualdad, no con la pandemia", en alusión a las masivas manifestaciones callejeras luego del crimen de George Floy, un afroamericano asesinado por un policía blanco.
"La comunidad negra en Estados Unidos sufre a diario ese tipo de abusos, que padece actitudes denigrantes a la condición humana, que está diciendo que se asfixia y se la deja asfixiar, y lo que estamos viendo es una reacción a la desigualdad. No nos podemos hacer los distraídos ante eso", expresó.
Consultado sobre si teme eventuales estallidos sociales, el presidente respondió que "siento que nosotros nos estamos ocupando de los más necesitados, que ellos no se sienten desprotegidos por nosotros; por ahí reclaman más cosas o tal vez no llegamos a todos, no puedo asegurar que ya llegamos a todos, pero estamos haciendo un enorme esfuerzo".
Asimismo, insistió con que "Argentina es un país profundamente desigual" y renovó su compromiso para achicar la brecha entre quienes tienen más y menos posibilidades.
Si bien puntualizó que "en el gobierno uno sólo tiene que enfrentar problemas" y no hay forma de precisar "cuál fue el día más difícil" de su gestión, celebró que hoy será inaugurada una destilería que "permitirá a Argentina no importar más gasoil premium".
"Eso va a ocurrir en un contexto en el que voy a estar pendiente de qué ocurre en Villa Azul, en Necochea, con los profesionales independientes, con los dueños de gimnasios, no me quejo de esto, yo sabía que iba a ser así", expresó.
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