jueves, 23 de abril de 2020

La travesía del cadáver de un magnate con coronavirus que quedó varado en Ezeiza

La familia de Elías Masri omitió la causa de su muerte para poder traerlo desde Estados Unidos.


El cadáver con coronavirus de un magnate argentino proveniente de Estados Unidos quedó varado en Ezeiza luego de que la familia falseara el certificado de defunción para poder repatriarlo.

Se trata del cuerpo de Elías Masri, un abogado de 91 años que decidió dedicarse al negocio inmobiliario y vivía en Nueva York desde 1988. El difunto era dueño de la empresa inmobiliaria Falcon Properties.

El pasado 7 de abril, Masri falleció en su departamento de Manhattan, en un piso de la calle 47 y la Quinta Avenida, víctima del coronavirus. Su cuerpo no fue cremado por motivos religiosos y su familia solicitó el traslado a Buenos Aires para que fuera destinado al cementerio judío Colinas del Tiempo, ubicado sobre el kilómetro 46 de la Panamericana, en Don Torcuato.

En primer lugar, los familiares de Masri intentaron hacer ingresar el cuerpo a través de la empresa privada "Baires Fly" con una solicitud realizada desde Buenos Aires. El costo del traslado era de 120.000 dólares pero fue rechazado por las autoridades aeronáuticas y sanitarias del país porque en la solicitud presentada a la compañía de vuelos privados, se certificaba que la causa de la muerte de Masri era el virus Covid-19.

De acuerdo al procedimiento para el manejo de cadáveres con Covid del ministerio de Salud argentino, los cadávares con coronavirus todavía pueden contener virus vivos enlos pulmones y otros órganos. 

La semana pasada, de hecho, dos personas que trabajan en la cochería Menini Sepelios de Vicente López se contagiaron del Covid y sospechan que eso fue a causa del velatorio de una mujer que murió a raíz de la pandemia.

Para conseguir la autorización, la familia Masri omitió la causa de la muerte del magnate en una segunda acta de defunción. 

Para eso se valió de una declaración jurada del embalsamador Stephen Schubert, que declaró que Masri falleció debido a causas naturales y que sus restos embalsamados fueron colocados en un ataúd hermético y sellado. 

Esa declaración fue girada al consulado argentino en Nueva York, que estaba cerrado -como queda expreso en un documento al que accedió Currín- y abrió para que la familia pudiera emitir el trámite. 

El consulado, que es quien coordina también la lista de pasajeros en los vuelos especiales, intercedió ante el Gobierno argentino para el traslado del cadáver de Masri. 

El pedido de repatriación estaba acompañado con la documentación correspondiente emitida por el Estado de Nueva York y en la que se certificaba el fallecimiento como muerte natural. 

La informante del deceso, de acuerdo a ese documento, es Florencia Masri, hija del difunto y presidenta de Falcon Properties. La hija del magnate es además productora teatral y amiga de celebridades como Ricky Pashkus, Martín Bossi y Cindy Lauper.

El traslado se dio en un contexto fuera de lo común en uno de los tantos vuelos excepcionales de Miami a Ezeiza que Aerolíneas Argentinas realiza para repatriar argentinos en el exterior. Las autoridades sanitarias detectaron que la documentación sobre el cadáver había sido falseada y por eso retuvieron el cuerpo en un sector del aeropuerto, inlcuso negaron los pedidos de la familia que acudió al aeropuerto para llevarse el ataúd. 

El ministerio de Salud descartó que haya peligro de transmisión del virus porque el féretro estaba sellado. Ahora la Justicia intervendrá para encontrar responsables.

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