Alberto Fernández recibió a los movimientos sociales y escuchó sus reclamos por la falta de empleo y alimento. Se mencionó la idea de crear un fondo especial para la economía popular, reactivar la obra pública a mediana escala y aumentar la dotación de comida.
El presidente Alberto Fernández ratificó ayer a los movimientos sociales que habrá una continuidad de la cuarentena obligatoria desde el domingo para mantener la curva aplanada de contagios de COVID-19 aunque se comprometió al mismo tiempo a dar más respuestas urgentes a los sectores vulnerables ya sea por medio de la eventual creación de un fondo especial para los proyectos de la economía popular, el refuerzo de la entrega de alimentos en los barrios humildes y la reactivación gradual de la obra pública a pequeña escala.
A lo largo de una reunión en la quinta de Olivos que se extendió por casi tres horas el presidente escuchó ayer un fuerte reclamo de los movimientos sociales por la falta de alimentos en muchos barrios vulnerables del país, los temores ante contagios masivos de COVID-19 en los barrios y la necesidad de dar respuesta inmediata a los trabajadores de la economía popular en función de la extensión del aislamiento social que el gobierno dispone extender más allá del próximo 26 de abril.
“Tenemos la oportunidad de hacer un sistema más justo y ustedes son actores centrales porque tienen respeto en sus comunidades”, dijo Fernández al cierre del encuentro. También destacó, para que no queden dudas de su compromiso con los movimientos sociales, que “nadie se salva solo y no me voy a olvidar de ninguna persona en ningún barrio necesitado de la Argentina”.
Como gesto inequívoco de este compromiso del jefe de Estado para con los movimientos sociales Alberto tomó una hoja en blanco, la mostró y ante todos los presentes explicó que esa era la “hoja de la economía social en la pandemia” y que a partir de allí había que llenarla entre todos para compensar las pérdidas y recuperar la economía popular.
Si bien el mandatario no dio detalles sobre cómo será desde el lunes la nueva metodología de flexibilización de la cuarentena, dejó en claro que el aislamiento social destinado a aplanar la curva de contagios del virus seguirá en mayo en gran parte del país. “No vamos a ceder a las presiones para levantar la cuarentena porque está comprobado que nos fue bien hasta ahora”, les dijo a una veintena de dirigentes de movimientos sociales que lo escuchaban.
Según expresaron varios de los referentes de movimientos sociales y funcionarios del gobierno, el presidente tomó nota de cada uno de los reclamos, reconoció que la ayuda social aun es insuficiente y dejó en claro que en adelante deberán afrontar juntos la crisis sanitaria y económica.
La clave para entender esto se sustenta en un dato numérico que reiteró el jefe de Estado: desde que empezó la cuarentena se pasó de atender a 8 millones de personas pobres a casi 12 millones. Incluso esto se ve reflejado con las últimas encuestas como la del Observatorio de la Deuda Social de la UCA que habla de un nivel de pobreza del 45% en Argentina.
En este sentido, se mencionó la posibilidad desde el gobierno de avalar un reclamo de los movimientos sociales para reforzar un fondo especial de 200.000 mil millones para los proyectos de la economía popular. Esto es, el trabajo ambiental en los barrios o la obra pública a pequeña escala a fin de compensar la falta de ingresos en los sectores desprotegidos por el aislamiento social. No se cerró aun esa idea.
También se mencionó con fuerza la posibilidad concreta de que en los próximos días el gobierno refuerce los fondos destinados a la entrega de alimentos en las provincias y municipios. Una fuente allegada al ministro Arroyo detalló que tanto el fondo de 335 millones de pesos destinado a los intendentes como los $ 165 millones para las provincias se duplicarán en lo inmediato.
También se mencionó de parte del ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, la posibilidad de reforzar la entrega de alimentos en algunos barrios que, reconocen en el gobierno, no está llegando completamente en algunas zonas. Y se planteó la idea de ampliar la oferta de compra de insumos desde su cartera con unos 700 productores o intermediarios disponibles en este período de emergencia, una respuesta después del escándalo de compra de alimentos con sobreprecios que hubo en el Gobierno.
A lo largo de la reunión en la residencia de Olivos el jefe de Estado escuchó los planteos y reclamos de una docena de dirigentes de movimientos sociales. Allí se habló de la preocupación que hay en muchas familias que viven en la pobreza en la Argentina ya que empiezan a sentir la falta de trabajo e ingresos por el aislamiento social. También se mencionaron los temores a un rebrote de COVID-19 en los barrios, la violencia de genero en aumento por la situación de encierro y la discriminación que se percibe en algunos lugares con los infectados del virus.
Carlos Alderete de la CCC expresó que confiaba en que el gobierno flexibilice la cuarentena para reactivar las economías populares y las pequeñas obras de saneamiento a fin de reactivar la economía de los sectores más desprotegidos.
Desde la CCC también alertaron al presidente que en varias localidades de las provincias de Formosa, Misiones, Mendoza, San Luis, Corrientes, Chaco, Santa Fe, Jujuy, San Juan,Río Negro, Neuquén y Entre Ríos están sufriendo problemas de abastecimiento de alimentos los barrios carenciados.
Desde el gobierno se planteó la posibilidad de atender estos reclamos y se destacó la labor de las Fuerzas Armadas en los operativos de entrega de alimentos en los barrios carenciados del conurbano bonaerense.
“Hay un gran acompañamiento al gobierno por el cumplimiento de la cuarentena para frenar el coronavirus pero también la expectativa de que se reduzca al máximo posible el daño social de una economía paralizada”, dijo Gildo Onorato del Movimiento Evita.
En tanto, desde el MTE, Nicolás Caropresi destacó que “la creación de un fondo para la economía popular generará una reactivación de la economía en los barrios” y consideró que hará falta que el Estado siga manteniendo la ayuda social para más de 5 millones de personas que se encuentran en situación vulnerable.
De parte del gobierno estaban además del presidente y del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; el secretario presidencial, Julio Vitobello; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; el secretario de Relaciones Políticas y Parlamentarias de Jefatura de Gabinete, Fernando Navarro; y el secretario de Economía Social, Emilio Pérsico.
También estuvieron el diputado Jaki Flores (MTE), Juan Carlos Alderete (CCC), Gildo Onorato (Movimiento Evita), Dina Sánchez (Frente Popular Darío Santillán), Juan Grabois (MTE), Gringo Castro (Ctep), Rafael Krejzler (MPD La Dignidad) y Daniel Menendez (Somos-Barrios de Pie), entre otros.
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