jueves, 3 de enero de 2019

Bolsonazi bajó el salario mínimo e impone por decreto una reforma del sistema de pensiones

El ex militar empezó a aplicar su plan de gobierno: recorte en la suba del salario mínimo y reforma en la definición de reservas indígenas.


En su segundo día como presidente de Brasil, Jair Bolsonazi empezó a aplicar su controvertido plan de gobierno y una de sus primeras medidas sería la firma de un decreto para aplicar una reforma del sistema de pensiones.

Según el diario Folha de Sao Paulo, el nuevo ministro de Hacienda, el neoliberal Paulo Guedes, ya redactó un decreto ejecutivo para una reforma al sistema de pensiones que podría generar ahorros por hasta 50.000 millones de reales (12.900 millones de dólares) en la próxima década. Bolsonazi debería firmar el decreto en los próximos días.

La reforma al enorme sistema de pensiones de Brasil estará entre los principales desafíos de Bolsonaro, quien debe aún construir una base de apoyo en el Congreso. Para entrar en vigencia como una ley, los decretos necesitan ser aprobados por el poder legislativo. El Congreso comenzará a sesionar en febrero.

La reforma de jubilaciones y pensiones es uno de los grandes objetivos de la gestión de Bolsonaro para corregir los desequilibrios fiscales, ya que según los economistas consumen la mitad de los gastos obligatorios del gobierno de Brasil y crecen a un ritmo de 20 mil millones de reales por año. Los gastos obligatorios representan el 92% de los gastos totales.

Asimismo, es una de las grandes exigencias del mercado al nuevo presidente. "La bomba de tiempo del sistema de pensiones es la reforma más urgente que el equipo de Bolsonaro debe asumir para detener el crecimiento del déficit de 33,500 millones de dólares", planteó Ricardo Lacerda, fundador y socio del banco de inversiones BR Partners.

Por otro lado, el ex militar también empezó a dejar su huella con la firma del primer decreto de su gestión que establece un recorte en el aumento del salario mínimo que se había calculado en los últimos días de la gestión de Michel Temer para 2019.

El decreto de Bolsonazi, firmado horas después de su investidura, fijó el salario mínimo en los 998 reales (unos 257,5 dólares) para 2019, lo que supone un aumento del 4,61 % con respecto al año pasado. Se trata de un aumento de 44 reales (11,3 dólares). No obstante, la cifra es inferior a los 1.006 reales (259,6 dólares) calculados por el gobierno saliente y recogidos en los presupuestos de 2019.

El aumento del salario mínimo en Brasil se decide con una fórmula que considera la inflación, la tasa de crecimiento del año anterior y otras variables. La reducción entre el valor finalmente decretado por Bolsonazi y el reflejado en los presupuestos se debe a una disminución de las estimativas de inflación, de acuerdo a los nuevos funcionarios.

Otra de las primeras medidas del ultraderechista establece que el Ministerio de Agricultura será el responsable por identificar, delimitar y crear nuevas reservas indígenas, una tarea que hasta ahora correspondía a la Fundación Nacional del Indio (FUNAI). La polémica surge porque a cargo de la cartera del agro está Tereza Cristina Correa, una hacendada que coordinaba la bancada de los propietarios rurales en el Congreso.

El sorete mal cagado prometió durante su campaña que no delimitaría nuevas reservas para los indios y que autorizaría las explotaciones mineras en las tierras indígenas. Brasil cuenta actualmente con 462 reservas indígenas que se extienden por un área equivalente al 12,2% del territorio nacional, en su mayoría en la Amazonía, destinada a los cerca de 900 000 indios del país.

El nuevo presidente igualmente prometió defender a los propietarios rurales cuyas tierras son invadidas por campesinos y anunció que presentará a consideración del Congreso un proyecto de ley que criminaliza como terrorista a quien ocupa tierras de otras personas.

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