El dato surge de la comparación con el primer trimestre de 2022. La serie original del PIB, en comparación con igual período del año anterior, mostró un incremento de 6,9%.
El Producto Interno Bruto (PIB) creció en el segundo trimestre del año un 1% en términos desestacionalizados respecto al primer trimestre de 2022 y un 6,9% en la comparación interanual, por lo que anotó seis alzas consecutivas, informó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
En cuanto a la demanda, el organismo estadístico oficial señaló que todos los componentes mostraron un incremento respecto al primer trimestre en términos desestacionalizados: la formación bruta de capital fijo creció 7,8%; el consumo público aumentó 0,2%; el consumo privado, 1,8%; y las exportaciones, 3,5%.
Entre los componentes de la demanda, destacó que el mayor incremento se observó en la formación bruta de capital fijo, con 18,8% interanual. Por el lado de los sectores de actividad, se destacaron los incrementos en Hoteles y restaurantes (53,9% interanual), Pesca (24,1% interanual) y Explotación de minas y canteras (15,5% interanual).
De acuerdo al INDEC, la evolución macroeconómica del segundo trimestre de 2022 determinó, de acuerdo con las estimaciones preliminares, una variación en la oferta global, medida a precios del año 2004, de 9,9% con respecto al mismo período del año anterior, debido a un crecimiento de 6,9% del PIB y a una variación de 23,1% en las importaciones de bienes y servicios reales.
Remarcó además que en la demanda global se observó un incremento de 18,8% en la formación bruta de capital fijo, el consumo privado creció 10,7%, las exportaciones de bienes y servicios reales registraron un incremento de 9,3% y el consumo público ascendió 5,3%.
Agregó que en términos desestacionalizados, con respecto al primer trimestre de 2022, las importaciones crecieron 2,9%, el consumo privado registró un incremento de 1,8%, el consumo público ascendió 0,2%, las exportaciones crecieron 3,5% y la formación bruta de capital fijo tuvo un aumento de 7,8%.
"El dato de PBI del segundo trimestre confirmó que en la primera mitad del año la actividad económica siguió en expansión. En este sentido, hay que tener en cuenta que en el período abril-junio es donde se registró el mayor impacto de la suba de los términos de intercambio por el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que llevó a que el precio de las exportaciones argentinas tocara máximos de más de una década. Esto a su vez permitió sostener el rebote de 2021 y apuntalar el crecimiento de otros sectores económicos como la industria", dijo Eugenio Marí, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso.
Sin embargo, destacó que de cara a la segunda mitad del año, "lo más probable es que la actividad empiece a moderar su expansión e incluso entre en caída".
"Por un lado, se están normalizando los precios internacionales, que desde el pico ya cayeron 10%. A lo que se suma la aceleración inflacionaria, con su consiguiente caída en la inversión y el consumo, y las dificultades para acceder a insumos productivos. Todo esto configura un segundo semestre donde la economía se contraería en torno al 1,5%, para cerrar el año con un crecimiento respecto a 2021 en el orden del 4%", concluyó el economista.
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