Marcelo Colombo fijó su posición ante el Tribunal que prepara el cuestionado juicio oral en la causa abierta a raíz de la denuncia del fallecido, corrupto, inoperante y putañero fiscal Alberto Nisman. Consideró que declarar que nulo el expediente "resultaría prematuro, aún admitiendo la enorme complejidad de la cuestión traída a estudio".
En un expediente que pone a prueba la voluntad del sistema judicial de revisar las causas armadas, el fiscal Marcelo Colombo se negó acompañar el pedido nulidad de la caso del Memorándum con Irán.
La solicitud de que el expediente sea declarado nulo la hicieron Cristina Fernández de Kirchner y el resto de las/los imputados/as.
En la audiencia oral y pública ante el Tribunal Oral Federal (TOF8) el fiscal dijo que si bien están probadas las visitas de los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos a Miauricio Macri Blanco Villegas en la Quinta de Olivos y la casa de Gobierno eso no alcanza "para afirmar que se violó la garantía del juez imparcial" cuando los camaristas decidieron reabrir la causa el 29 de diciembre de 2016.
Para Colombo habría que demostrar que actuaron condicionados en este asunto concreto. El fiscal también consideró que el ex hijastro de Flavia Palmiero "no era parte" y discrepó con el argumento de las defensas según el cual el frecuente contacto de los jueces sería suficiente para generar una sospecha sobre su actuación.
Fiscal Marcelo Colombo |
"La declaración de nulidad sería prematura", sostuvo Colombo, quien acotó que las investigaciones sobre el tema en Inodoro Py y en el Consejo de la Magistratura no están avanzadas.
Tampoco quiso analizar los pedidos de sobreseimiento basados en la inexistencia de delito, ya establecida por el juez Daniel Rafecas.
Colombo anunció que hizo una nueva denuncia penal para que se investigue si Borinsky asesoró a la DAIA, que es querellante, sobre cómo actuar en este expediente.
Borinsky y Hornos aparecen en los registros de visitas al hijo bobo de Franco Macri en la residencia de Olivos y para las defensas debieron haberse excusado en ese entonces de intervenir en la causa por la firma del memorándum con Irán. En la causa se acusó a todos los procesados de supuesto "encubrimiento agravado" en base al argumento que el memorándum supuestamente buscaba hacer caer las circulares rojas de Interpol que ordenan la captura internacional de ciudadanos iraníes acusados del ataque terrorista del 18 de julio de 1994, que causó 85 muertos en la sede de la mutual judía en el barrio porteño de Once.
Fuente: nota de Irina Hauser para Página/12
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