"No tengo derecho de jubilarme, ni de quedarme parado, ni de cargar odio, y el Partido de los Trabajadores tiene la obligación de volver; más adelante definimos la candidatura, yo aún no soy candidato", afirmó el ex mandatario brasileño.
Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró ayer que nunca tuvo tantas ganas de ser presidente, a pesar de que sigue sin confirmar si será candidato en las elecciones de 2022.
"No tengo derecho de jubilarme, ni de quedarme parado, ni de cargar odio, y el Partido de los Trabajadores (PT) tiene la obligación de volver; más adelante definimos la candidatura, yo aún no soy candidato", afirmó el líder de izquierda en un mensaje en la red social Twitter.
En el mismo mensaje, el ex mandatario confiesa no obstante que nunca tuvo "tantas ganas de ser Presidente como ahora con 75 años".
También comentó que pensaba haber cumplido la "misión de su vida" cuando consiguió sacar a Brasil del mapa del hambre de la ONU, y que su trayectoria de lucha se había acabado. "Entonces aprendí una cosa, que el ser humano que tiene una causa sólo para de luchar cuando muere", puntualizó.
Esta semana Lula se encuentra viajando por varios estados del noreste del país, reuniéndose con gobernadores y líderes políticos para tejer las alianzas de cara a los comicios del año que viene.
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El ex presidente lidera con comodidad la intención de voto de cara a las elecciones presidenciales de 2022, ocasión en que obtendría el 43,3% de las preferencias frente al 38,2% del actual jefe de Estado, el ultraderechista Jair Bolsonazi.
La encuesta divulgada la semana pasada por el Instituto Paraná Pesquisas, indica que Lula creció 3,1% respecto del último muestreo de la empresa, mientras que Bolsonazi cayó 1,8 puntos porcentuales.
El fundador del Partido de los Trabajadores (PT) también concita menos rechazo y tiene mayor potencial de voto; mientras que el 46,7% de la muestra respondió que no votaría por el PT en absoluto, con el actual presidente la tasa es de 53,3%.
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