El Ministerio de Salud provincial instaló los colectivos del "Vacunate Móvil" en los partidos de Tres de Febrero, San Miguel, La Matanza, Lanús, San Isidro y en el interior bonaerense se sumaron Azul y Villa Gesell.
El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires puso en funcionamiento vacunatorios móviles para iniciar la campaña de vacunación "casa por casa" en los siete distritos bonaerenses donde se detectó menor porcentaje de inoculación contra el coronavirus.
Según lo anunciado el martes por el ministro Nicolás Kreplak durante una conferencia de prensa, a partir de ayer se instalaron los colectivos del "Vacunate Móvil" en los partidos de Tres de Febrero, San Miguel, La Matanza, Lanús, San Isidro y en el interior bonaerense se sumaron Azul y Villa Gesell.
El funcionario insistió en la necesidad de que las personas se inoculen dado que "todavía queda una población que no se vacuna, que son pocos".
También remarcó que "el objetivo que teníamos era lograr alcanzar en personas mayores de 50 años el 60% de cobertura de esquema completo. Ya lo hemos superado y seguimos vacunando a máxima velocidad".
En la capilla del barrio el Ejército de Los Andes, del municipio de Tres de Febrero, se armó un centro de vacunación, con un gazebo en la puerta para ordenar el ingreso, desde las 10 hasta las 16 horas. Al mediodía comenzó el recorrido por el barrio.
Noelia López, Directora Provincial de Salud Comunitaria junto con integrantes del vacunatorio, y Hugo, de la cooperativa barrial La Germán, emprendieron el "puerta a puerta".
Dos vacunadoras cargaron dos heladeras con aproximadamente 20 vacunas que subían y bajaban las angostas escaleras y cruzaban las pasarelas de chapa que conectan las tres torres.
La primera puerta que se golpeó fue la de Víctor Hugo, un joven con poca movilidad debido a su obesidad. Su madre, que ya está inmunizada, fue quien abrió con gran alegría, y manifestó que "esperaba mucho este momento".
Subiendo tres pisos más, tocando la segunda puerta, una vecina demostró gran oposición para que la vacunarán, pese a la insistencia del equipo.
A través de las rejas, otro vecino mostraba su mano vendada, ya que había sido operado, y se decidió esperar para inocularlo por si presentaba algún síntoma post operatorio.
Los vecinos se asomaban desde las ventanas curiosos, algunos preguntaban hasta cuando iban a estar vacunando, y otros afirmaban que ya lo habían hecho.
Luego, llegando al noveno piso, acompañados de Jimena, fue el turno de inmunizar a su hermana Blas Ignacia Galeano de 58 años, que está en silla de ruedas luego de haber tenido un ACV, y las torres "no cuentan con ascensor para que pueda bajar", expresó su madre Virginia Galeano.
Blas dijo estar "contenta por recibir la vacuna", y ya no pudo hablar más de la emoción que eso le generó. Las tres mujeres tuvieron Covid hace tres meses, fueron atendidas virtualmente por un médico y aún Virginia no recuperó el olfato.
Finalizado el recorrido, López dijo que "me pone muy contenta, me emociona y me hace creer que lo que estamos haciendo es lo correcto, que hay que salir a buscar porque hay personas que por diferentes circunstancias no se han podido vacunar y que es importante la presencia del Estado y de los equipos comunitarios de salud".
La funcionaria bonaerense terminó con una reflexión: "Lo que rescatamos de la jornada en el barrio es que se profundiza la estrategia comunitaria. Es importante la articulación con los referentes barriales que nos van orientando sobre aquellas personas que saben que tienen dificultades para acercarse a las postas, o que tiene resistencia a vacunarse, seguramente con el correr de los días vamos a poder lograr acercarnos mucho más a las personas".
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