jueves, 8 de julio de 2021

Memorándum con Irán: el fiscal desmintió un plan para frustrar el juicio en el que está acusada Cristina

Fue en una audiencia ante el TOF 8, en donde Marcelo Colombo refutó las argumentaciones de los acusadores privados para pedir su apartamiento. Los planteos estaban fundados en la habilitación para una audiencia oral para que las defensas reclamen la nulidad de la causa que se abrió con la denuncia de Alberto Nisman. Sostuvo que la causa “interpela” al Poder Judicial.


El fiscal federal Marcelo Colombo rechazó ayer apartarse de la causa por el Memorándum con Irán y defendió la transparencia y objetividad de su actuación. Insistió en que para el Ministerio Público Ronald Noble, el ex director de Interpol, siempre fue un testigo y acusó a la querella de plantear afirmaciones falsas como que con la audiencia pedida por las defensas jueces y fiscales buscan evitar el juicio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y otros, tal como sucedió en la causa dólar futuro. Defendió la realización de esa audiencia para “someterla al examen público” para garantizar la transparencia del caso.

“Somos cuatro magistrados que no somos amigos, apenas nos conocemos, y ¿los cuatro nos pusimos de acuerdo para frustrar el juicio por la celebración de la audiencia ? ¿No es mucho decir eso?”, afirmó. Tras sostener que “la querella arrastra el error de confundir funciones de jueces como fiscales”, Colombo aseguró que en el rol que le confiere el Ministerio Público si se detectan situaciones que violan las garantías constitucionales está obligado a analizarlas, “no a esconderlas debajo de la alfombra” . “Acá no hay coronitas”, añadió.

Así, el fiscal Colombo respondió ante el Tribunal Oral Federal 8 a la recusación que habían planteado en su contra dos familiares de víctimas de la AMIA, a la que se sumó la DAIA. El motor del pedido de apartamiento estaba impulsado por el aval que dio la fiscalía al pedido de las defensas para llevar adelante una audiencia en donde se exigirá la nulidad de toda causa, poniendo en foco a las reuniones que tuvieron con Miauricio Macri Blanco Villegas dos jueces de Casación, Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, claves a la hora de reabrir la denuncia del fallecido, corrupto, inoperante y putañero fiscal Alberto Nisman.

La audiencia no estuvo ajena a las risas. Al terminar las palabras de las querellas y el fiscal, la jueza Gabriela Lopéz Iñiguez hizo un llamado de atención sobre el escenario que abrió la virtualidad y el respeto que merecía la audiencia. Es que uno de los abogados, a los que no mencionó, había ido con la cámara al baño, quizás para no perderse ningún tramo de lo que pasaba en el debate. La cámara que todos seguían vía YouTube permitió ver la puerta del baño cerrada con las toallas colgadas. El micrófono estaba apagado.

“Quienes deban atender asuntos privados o urgencias de la naturaleza, tengan a bien apagar su cámara que es la forma que este tribunal adopta para retirarse de una audiencia en condiciones normales... Ir al baño con la cámara prendida es un gesto de poco decoro”, resaltó la jueza Gabriela López Iñiguez, presidenta del TOF, quien prefirió no individualizar al responsable al finalizar la audiencia de dos horas.

En declaraciones a la prensa, el abogado en cuestión explicó que había ido al baño a tomar unos remedios y lamentó que se hubiera tomado la situación como una falta de decoro al tribunal.

A las 10, el TOF dio inició a la audiencia de recusación del fiscal. Allí ya estaban conectados no solo los miembros del TOF -López Iñiguez, José Michilini y Daniel Obligado-, sino también el fiscal Colombo, los abogados de familiares Juan José Avila y Tomas Farini Duggan y uno de sus representados -Mario Averbuch- y el titular de la DAIA Jorge Knoblovits y su abogado. En silencio también participaron de la audiencia los abogados defensores de Cristina Fernández de Kirhcner, Carlos Zannini, Luis D’Elia, Oscar Parrilli, Andrés Larroque o Fernando Esteche. Se podía ver allí a Carlos Beraldi, Fernando Burlando, Alejandro Rúa, Mariano Fragueiro Frías o Aníbal Ibarra, por ejemplo.

El pedido de la querella

Aunque ya estaba planteada la recusación por escrito, la jueza dio la palabra a la querella para formular su pedido. El abogado Farini Duggan arrancó queriendo hacerle preguntas al fiscal, algo que no prosperó. Retóricamente, entonces, el letrado requirió saber en qué otras causas el fiscal había avalado llamar a un imputado en calidad de testigo. “La imputación a Ronald Noble se encuentra indiscutible. Queda claro que el señor fiscal no obró con la objetividad al solicitar la declaración testimonial de un imputado”, afirmó el abogado

Pero después de varias preguntas, la querella cuestionó el aval fiscal a una audiencia que calificó de “inventada”. Pero también apuntó a la decisión del fiscal de haber solicitado la producción de medidas de prueba para corroborar si Hornos y Borinsky estuvieron reunidos con el hijo bobo de Franco Macri, como dijo la defensa, y las alternativas que rodearon a la reapertura de la denuncia de Nisman.

El abogado afirmó que Colombo no podía estar buscando revisar decisiones tomadas por un superior, como es la Cámara de Casación. “Evidentemente el fiscal ha decidido avanzar en el pedido de dos defensas de dos funcionarios de este gobierno arrogándose facultades que no tenía”, afirmó.

A su turno, la DAIA acompañó el pedido de recusación a Colombo por “temor o sospecha de parcialidad”. A diferencia de la otra parte, fundó su pedido en el dictamen fiscal de mayo pasado para hacer lugar a la audiencia y ordenar medidas de prueba.

La respuesta del fiscal

Fue entonces cuando llegó el turno de Colombo para fijar su posición. Lo primero que hizo fue sostener que la querella argumentaba su pedido de apartamiento en que el fiscal no había sido imparcial. “No soy juez, no dicto actos concretos en el marco del proceso, no estoy normativamente llamado a ser imparcial. Soy parte acusatoria en este proceso y en todos los que me toque intervenir. Pero los fiscales no estamos obligados a acusar si se verifican infracción a las garantías constitucionales. Estamos obligados a denunciarlos, nunca a colocarlas debajo de la alfombra. No estamos obligados a acusar cuando existen serias dudas”, afirmó.

Colombo aseguró que su actos siempre “estuvieron guiados por los principios que rigen la labor del Ministerio Publico”, en donde no solo está la objetividad sino también la unidad de actuación. “No somos funcionarios que andamos sueltos por los expedientes judiciales o los tribunales y decimos lo que nos parece y nos vamos a nuestra casa. Si un fiscal dijo una cosa durante un largo tramo del proceso, también estamos compelidos a explicar si nos vamos a apartar de lo que se dijo en anteriores instancias. Y está el deber de transparencia, que ha sido rayanamente omitido en los planteos de la querella”, señaló.

La querella de familiares había cuestionado al fiscal porque se había habilitado a escuchar como testigo a Ronald Noble en una declaración anticipada, previa al juicio, algo que aún no se concretó. El fiscal afirmó que el TOF dispuso esa audiencia sin consultarlo pero además avanzó sobre el rol de Ronald Noble en la causa, uno de los puntos sobre los que hizo eje la querella.

Es que familiares acusan a Noble de ser un imputado en el expediente, pero Colombo recordó que para el Ministerio Publico siempre fue un testigo. Incluso leyó los extractos de la denuncia que hizo Nisman en el 2015, diciendo que “el actuar de Noble fue el que permitió que las circulares rojas no perdieran vigencia”: el dictamen del fiscal Gerardo Pollicita en le mismo sentido y hasta el aval de las querellas sobre esas conclusiones en aquel momento. También leyó el párrafo de la Cámara Federal cuando, al confirmar los procesamientos de CFK y el resto por la causa, no incluyó en su parte dispositivo investigar penalmente a Noble.

“¿Cuál es la crítica que me dirigen, que actué como los fiscales anteriores, que actué conforme a la ley al citar a una personal como testigo para saber la verdad de los hechos? Esa es mi pregunta. Es el principio de objetividad el que a los fiscales nos obliga a interpretar toda la evidencia, toda”, resaltó.

Fue entonces cuando recordó que al pedir la citación a Noble pidió convocar rápidamente al juicio oral para que allí se ventilaran todos los hechos. “¿De dónde sale que queremos frustrar el juicio cuando en nuestras presentaciones estamos diciendo todo lo contrario? Lo que pedimos es apurar el juicio lo antes posible para la transparencia”, dijo.

Avanzó así sobre el pedido hecho por las defensas sobre las circunstancias que rodearon la reapertura de la denuncia de Nisman en Casación. “No nos pasa desapercibido la gravedad institucional del hecho”, afirmó. 

“En función de esos nuevos hechos y del principio de objetividad para guiar mi actuación a partir del respeto de las garantías constitucionales es que este Ministerio Público solicitó la incorporación de material documental y la posibilidad de escuchar a algunas personas para hablar de hechos de extrema gravedad sobre el asesoramiento de cómo reabrir este expediente. Independientemente de si esto puede tener un cariz penal, nosotros tenemos el deber de contar a toda la información posible para tomarnos seriamente estos nuevos hechos y analizar si son relevantes sobre si se afecto el principio de imparcialidad. Lejos de estar afectada mi objetividad, esta reafirmada a partir de mi misión como fiscal”, añadió.

Colombo agregó las interpretaciones sobre si se estaba buscando cerrar la causa del Memorándum como el caso dólar futuro: “Las conjeturas que traer la querella sobre si esto es entregar un podio a los imputados de este caso para que hagan una defensa política corre por cuenta de su propia imaginación. De lo que único que me voy a hacer cargo es lo que dije en mi dictamen. Yo pregunto a las querellas si no es más fácil y sencillo en este es un caso que tiene una enorme repercusión y que merece, incluso por el hostigamiento que tienen los estamentos judiciales, que esto se discutan con la debida publicidad y oralidad... ¿Por qué no pensar que el propósito del Ministerio Publico no fue éste? ¿Cuál es el sentido de pensar (otra cosa) sin ninguna prueba para ofrecer?”.

“La discusión de esta audiencia pretende discutir también la intervención de dos magistrados, o sea está interpelando hacia adentro al propio Poder Judicial a ver si se dictaron las decisiones por el principio de imparcialidad. Es decir: hay una segunda razón para que esto sea público y oral y que todos estemos sometidos al escrutinio publico; algo que pasa como desapercibido en estos planteos (de la querella). Somos cuatro magistrados que no somos amigos. Apenas nos conocemos y ¿los cuatro nos pusimos de acuerdo para frustrar el juicio con la celebración esta audiencia oral? ¿Qué ganamos los cuatro magistrados, con nuestra trayectoria, con esto? Nada explica la querella sobre eso”., razonó.

En su alocución Farini Duggan había deslizado que Colombo habría estado presente entre el 2020 y el 2021 en cercanías de la Procuración del Tesoro, hoy a cargo de Carlos Zannini, algo que había sido planteado en el escrito inicial y que tampoco se detalló como parte del apartamiento. Sobre eso, el fiscal respondió: “no tengo ninguna relación de amistad. No sé de dónde sale esa versión intempestiva, pero si tiene alguna cuestión concreta, que ingrese a las causales de recusación que no fue sostenida, debió haberlas expresado claramente. Cuándo, en qué momento y por qué lo afirma. Reuniones próximas a la Procuración... No sé qué son próximas. No hay nada que responder sobre este punto”, dijo.

Por último, Colombo afirmó que “no hay ninguna facultad instructoria que me haya arrogado yo y que no corresponda”, recordó que ya hay una denuncia penal analizando el tema Hornos-Borinsky y agregó que “la cuestión es si es legalmente admisible” que esas reuniones pudieran torcer el rumbo del caso “será motivo de discusión, pero a priori todos los actos del proceso pueden ser sometidos a análisis: acá no hay coronitas; esta es mi posición”. Pidió así rechazar el planteo, con costas para las querellas.

Aunque algunas partes pidieron la palabra, la jueza avanzó con el pedido de decoro por el capítulo del baño. La sesión se interrupción con la promesa de regresar en breve porque la querella quería hacer réplicas. Pero la audiencia se dio por finalizada y el Tribunal pasó a resolver. Ahora tendrá que resolver si el fiscal Colombo se mantiene en la causa. La decisión que se tome no será apelable, recordaron fuentes judiciales. No obstante, desde antes de ayer, las cuestiones que sean apeladas en Casación serán analizadas por la Sala I, en vez de la Sala IV como hasta ahora. 

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