El ex hijastro de Flavia Palmiero había afirmado que las maniobras del Gobierno buscan dañar a sus hijos, pero le cedieron las acciones a Gianfranco.
Horas antes del fallo que determinó la quiebra de Correo Argentino S.A., Miauricio Macri Blanco Villegas salió a denunciar que el kirchnerismo a través de Carlos Zannini busca dañar a sus hijos. Según el retrasado mental ese es el objetivo central de la avanzada judicial.
"El Gobierno busca venganza. Buscan dañarme y tienen como objetivo a mis hijos", denunció el idiota confeso en un texto que fue replicado por toda la cúpula del PRO y algunos aliados.
Sin embargo, sus tres hijos mayores vendieron sus acciones en Socma (que el pelotudo ya les había cedido) a su tío Gianfranco, por lo que la quiebra de Correo y su posible extensión a la empresa insignia de la familia difícilmente los afecte. Ese traspaso no habría sido informado ante la Inspección General de Justicia (IGJ).
Según reveló El Diario AR, las acciones de Socma están repartidas entre Gianfranco (40%), sus hermanos Florencia (20%) y Mariano (20%), y Rodrigo y Franco Valladares(10% cada uno), los hijos de la fallecida Sandra Macri.
Gianfranco llegó a esa cifra tras adquirir el 20% de los hijos de Miauricio, en una maniobra que alimenta las sospechas de su hermano Mariano respecto a que es el "testaferro" del domador de reposeras. El menor de los hermano los acusa de haber vaciado la empresa.
De acuerdo a la mencionada nota, esta arquitectura accionaria y las características propias del proceso hacen casi imposible que la Justicia pueda avanzar contra los hijos del subnormal, como él mismo denunció, aún si se lograra el deseo de Zannini de extender la quiebra a Socma. Así lo explican especialistas en este tipo de procesos.
La causa del Correo Argentino S.A. es uno de los principales objetivos de Zannini desde que fue designado en su cargo, una noticia que en su momento preocupó mucho a Macri Blanco Villegas.
Durante su gestión, el ex presidente había buscado los caminos para cerrar el litigio, incluso con una oferta considerada irrisoria que terminó con varios funcionarios denunciados por aceptarla.
El rol del Procurador en el caso es clave y el hijo bobo de Franco Macri incluso echó a Carlos Balbín por ir en contra de la estrategia del régimen, que era la misma que la del grupo empresario.
Apenas asumió en su cargo, Zannini puso en marcha la estrategia para llevar el proceso hacia la quiebra de Correo Argentino S.A. y pidió rápidamente la intervención de la firma por presunto vaciamiento, algo que la jueza resolvió en marzo del año pasado. El procurador sostuvo que el objetivo del gobierno es recuperar 300 millones de dólares que los Macri le deben al Estado.
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