El plan de puso formalmente en funcionamiento a través de su publicación en el Boletín Oficial. Proyectos de desdarrollos urbanísticos y créditos para construcción el lote propio, ejes del plan.
Vivienda digna, reequilibrio social, desarrollo territorial, saldar la deuda interna, movilizar la economía; son algunas de las palabras que conforman el campo semántico del Programa Casa Propia, una política de desarrollo habitacional de alcance federal que oficializó este martes el Ministerio de Desarrollo y Hábitat en el Boletín Oficial. El plan trienal 2021-2023 incluye 264 mil soluciones habitacionales compuestas por 120 mil viviendas, además de lotes con servicios y créditos para la construcción con una inversión cercana a los 900 mil millones de pesos.
“Vinimos a hacer lo que nos mandó el Presidente Alberto Fernández, que es reconstruir la Argentina y poner en valor derechos fundamentales, como es el del acceso a la vivienda. Para ello, es necesario un cambio de paradigma que implica dejar de pagar intereses de la deuda externa para concentrarnos en saldar la deuda interna que es con los argentinos y las argentinas que aún no tienen una vivienda propia”, sintetizó Jorge Ferraresi, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, durante la firma de convenio de adhesión con intendentes del conurbano para que puedan ser solicitantes del programa.
A juzgar por los objetivos que enumera el proyecto, la fórmula de Ferraresi reúne un plan keynesiano con mística peronista: garantizar una vivienda digna para atacar un déficit habitacional que se estima en 4 millones de viviendas al tiempo que apostar a la obra pública como multiplicadora de empleo y motor de la recuperación económica. También con política: los gobernadores e intendentes ocupan un rol central para llevar a cabo este plan. En su rol de "entes ejecutores", al suscribir al programa son los responsables de implementar y gestionar un sistema de recupero de cuotas a ser abonadas por los adjudicatarios de las viviendas mensualmente, además de direccionar las características, diseños y elección de los materiales que se utilizarán en las construcciones en base a la idiosincrasia de su hábitat.
Casa Propia es el emblema de la política habitacional que va a tener el ministerio, encarada por las dos Secretarías que lo integran: Hábitat y Desarrollo Territorial. Prevé la construcción de unidades habitacionales a través de diferentes líneas de desarrollo urbanísticos, proyecta generar con servicios para aquellas familias que no cuentan con un terreno, y brindar créditos para construcción ya sea en lotes Procrear, municipales o propios de los adjudicatarios. La planificación toma en cuenta la perspectiva de género, el desarrollo de los lugares del cuidado y plazas para que los chicos y chicas practiquen actividades al aire libre.
Desde su anuncio a fines de diciembre de 2020, el ministro firmó adhesiones y compromisos de ejecución con 13 de las 24 provincias y el distrito federal por alrededor de 45.000 viviendas. También convocó a distintos empresarios que responden a la cadena de insumos para la construcción con el objetivo de acordar precios de referencia para la obra pública.
Una casa propia
La Resolución 16/2021 da algunos detalles sobre la implementación del programa:
■ Serán beneficiarios los hogares residentes en todo el territorio nacional, que se encuentren en situación de déficit o vulnerabilidad habitacional y de sectores de medianos recursos con dificultad de acceso a una solución habitacional.
■ Financiamiento: el valor de las cuotas a abonar podrá oscilar entre el 20 y 30 por ciento de los ingresos del grupo familiar, hasta un m+aximo de 360 cuotas. Será implementado por los entes ejecutores.
■ La autoridad de aplicación es la Secretaría de Hábitat del Ministerio de Desarrollo Territorial, que tendrá a su cargo la formulación de las normas aclaratorias, complementarias e interpretativas, y la emisión de los actos administrativos que resulten necesarios para la ejecución del programa, en el marco de sus competencias.
■ Se financiarán proyectos que tengan que ver con construcción de nuevas viviendas; unidades habitacionales para la emergencia, destinadas a atender las necesidades urgentes originadas por contingencias climatológicas, desastres naturales; y de regularización dominial y titulación.
Por Natalí Risso para Página/12
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