El régimen de la ciudad de Buenos Aires destinó 89 millones de pesos a una licitación para hacer encuestas telefónicas y focus groups. Los pliegos no especifican el objetivo de los sondeos, ni cuándo ni cómo se harán.
En medio de la discusión sobre los fondos que le corresponden a CABA por la coparticipación, el régimen de Horacio Rodríguez Larrata va a gastar 89 millones de pesos en una licitación para hacer encuestas telefónicas y focus groups, cuyo objeto no está especificado ni en la resolución que convoca a la licitación, ni en los pliegos de condiciones.
El legislador del Frente de Todos Santiago Roberto cuestionó el uso de esos fondos mientras se aumentan las tarifas de subte, taxis, estacionamiento y se mantienen ajustes en otras áreas en el presupuesto 2021. "Larreta vuelve a dejar en claro que su única prioridad es el marketing político y no el bienestar de las y los vecinos de la Ciudad", indicó. El cuestionamiento por los gastos viene luego de una advertencia de la presidenta de la Auditoría General de la Ciudad por el uso de fondos sin control durante la pandemia.
Según indica una resolución de la directora de Compras y Contrataciones, Marisa Andrea Tojo, el gobierno porteño lanzó una licitación que se hará el 20 de enero para "el Servicio de Realización de Estudios de Opinión Pública, en su modalidad cuantitativa y cualitativa, dirigidos a un determinado grupo de personas y en relación a temas específicos". En ningún lado de la resolución, ni en sus anexos, se explica cuales serían esos "temas específicos".
La lectura de los pliegos y otros detalles técnicos tampoco arrojan luz sobre esos temas. "Esta Licitación Pública tiene por objeto la contratación del Servicio de Realización de Estudios de Opinión Pública, en su modalidad cuantitativa y cualitativa, dirigidos a un determinado grupo de personas y en relación a temas específicos, para uso de las Reparticiones del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", indican los pliegos para las empresas que quieran participar.
Y en el anexo técnico se deja en claro que "este estudio tiene como objetivo relevar la opinión, evaluación y necesidades de un grupo determinado de personas y en relación a temas específicos que la autoridad de aplicación determinará al momento de solicitar el estudio". Es decir, es una licitación para contratar encuestas con todo propósito. Sí se especifica que el convenio es por un año y la cantidad de encuestas y de personas que deben entrevistar telefónicamente con el sistema IVR, además de la realización de focus groups virtuales. "La información se obtiene realizando un conjunto de preguntas normalizadas dirigidas a una muestra representativa o al conjunto total de la población estadística en estudio, con el fin de conocer estados de opinión, ideas, características o hechos específicos", indica de forma vaga el documento.
En medio de la polémica con el Gobierno nacional por los fondos del traspaso de la Policía, y con reclamos de aumentos salariales del personal de salud, la noticia no cayó bien. Por caso, Roberto advirtió que "el Gobierno de la Ciudad sigue castigando a las y los porteños: no solo aprobó un presupuesto de 'contingencia', sumó un nuevo impuesto que golpeará de lleno a la clase media y aumentará las tarifas cuando tiene los recursos para sostenerlas, sino que despilfarra 89 millones de pesos en hacer encuestas telefónicas".
Desde el régimen porteño sólo aseguraron que se trata de un convenio marco, donde se anotan distintas empresas, y donde se gastará hasta 89 millones durante 2021, según las necesidades de la administración".
El cuestionamiento a los gastos y las prioridades del régimen de Rodríguez Larrata no es un rayo en un día claro. Llega luego de que la presidenta de la Auditoría porteña, Mariana Gagliardi, hiciera un extenso cuestionamiento al hecho de que no permitieron que ese órgano de control hiciera un seguimiento en tiempo real de los gastos realizados durante la pandemia, pese a que hubo casos escandalosos, como la compra de barbijos a 3 mil pesos cada uno, que resultaron estar vencidos y por lo que debieron renunciar dos funcionarios. En la empresa contratada figuraba la hermana del alcalde porteño.
También se gastaron 200 millones de pesos en viandas para las personas aisladas en los hoteles, se compraron equipos para tiro y hasta para jugar al bowling, en dólares, y en plena cuarentena. También se gastaron otros 1051 millones de pesos en "servicio de alquiler de elementos destinados al interés público, recreativo y cultural".
“Hasta el momento no se ha hecho ningún control sobre las compras y contrataciones realizadas, a pesar de que han trascendido múltiples ejemplos de sobreprecios e insumos en mal estado", remacó la presidenta de la Auditoría porteña.
Fuente: nota de Werner Pertot para Página/12
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