El presidente respondió a las presiones de un sector del kirchnerismo para que evite el regreso a la cárcel del ex vicepresidente. Qué dijo sobre la titular del INADI.
Alberto Fernández salió al cruce de los sectores del kirchnerismo duro que le reclaman un indulto para Amado Boudou y descartó de plano que analice utilizar esa herramienta para evitar que el ex vicepresidente vuelva a la cárcel. Al mismo tiempo, respaldó a la titular del INADI, Victoria Donda.
"El indulto es un perdón que da el presidente. Y cuando la Justicia actúa, no tengo por qué perdonar y no soy quién para perdonar, aunque tenga la facultad", afirmó Alberto, que recordó que durante la campaña prometió no indultar a nadie.
"El indulto es una rémora monárquica que quedó en la Constitución argentina", dijo en en declaraciones radiales. "Era un derecho que tenían los reyes de perdonar a quienes han sido condenados. Y en esos mismos términos se transfirió a la Constitución argentina. Primero se dice que el Presidente puede indultar a los que han sido condenados, con lo cual, no borra la condena. Si quieren indultar gente que está procesada, no existe ese instituto, eso se llama amnistía. Eso es algo que depende del Congreso, no depende de mí. Para que haya indulto tiene que haber alguien condenado", detalló.
La semana pasada, luego de que un juez le revocara el beneficio de la prisión preventiva, Boudou le reclamó a Alberto una "solución política" a su situación judicial. La Corte ya desestimó sus recursos por lo que no tiene forma de eludir su condena en el caso Ciccone. La idea de Boudou fue respaldada por varios dirigentes del kirchnerismo.
Para compensar su rechazo al indulto, el presidente le pidió a la Justicia "que revise lo que pasó en los últimos cuatro años porque hay cosas que no están bien".
"Hubo muchos procesos que realmente han sido desarrollados de modos muy irregulares y podría decir que están colmados de nulidades", opinó.
Por otro lado, Alberto defendió a Victoria Donda tras la denuncia de su empleada doméstica por tenerla en negro y ofrecerle un plan social o un cargo en el INADI para desvincularla.
"En el caso de Victoria, no tengo ninguna duda de que fue alguien que quiso hacerle daño. Quien la conoce, sabe que no está en su naturaleza sacarle ventaja a los puestos del Estado", aseguró el presidente, que se explayó sobre el caso casi más que la propia Donda.
"Estamos hablando de una señora que trabajó en casa de su mamá de crianza y la cuidó mientras estuvo muy enferma, hasta su muerte. Después trabajó con ella hasta que le dijo que no podía seguir, que tenía una hermana enferma y se le complicaba ir hasta la casa porque vivía lejos. Pero que necesitaba el dinero", relató Fernandez.
"Viendo la vulnerabilidad de ella, le propuso conseguirle un plan social o tal vez darte algún contrato en el INADI para trabajar allí como personal de maestranza con tareas más livianas o bien en puestos en el organismo en una zona cercana a su domicilio", completó.
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