La cadena de valor maicera garantizó el abastecimiento interno. Respecto de los precios, hubo un compromiso para aplicar herramientas financieras que mitiguen las subas. El Gobierno se comprometió a rever la prohibición de exportar. Si lo hace, se levanta el lock out.
El Ministerio de Agricultura y el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) alcanzaron un amplio acuerdo sobre la comercialización del maíz que podría derivar en un levantamiento de la prohibición de su exportación y del lock out agrario previsto para este lunes.
Tras una extensa reunión que se desarrolló en la tarde del jueves en la sede de la cartera agropecuaria y encabezada por su titular, Luis Basterra, se alcanzaron una serie de compromisos de magnitud.
En un comunicado oficial, Agricultura indicó que “luego de finalizado el encuentro, las autoridades nacionales expresaron la satisfacción por los acuerdos alcanzados y manifestaron que realizarán una evaluación de los volúmenes informados para determinar si se anticipa la decisión de reabrir el registro para la exportación”.
El CAA informó que existen unas 10 millones de toneladas de maíz disponibles para consumo interno y exportación. Su titular, José Martins, dijo que la cadena del maíz (productores, servicios, acopiadoras y exportadoras) llevó a la reunión un acta con un compromiso de abastecer la demanda interna y de “poner los mejores esfuerzos” para solucionar los cuellos de botella que podrían presentarse para casos puntuales.
Ni en Agriculltura ni en el CAA quisieron jugarse por una definición sobre los pasos concretos que seguirán. Hasta el momento, la restricción a las exportaciones sigue y el lock out se mantiene.
¿Precios? Vamos viendo
Si bien la preocupación oficial por el abastecimiento estaría saldada, el desvelo por los precios se mantendría ya que en ese punto el acuerdo es ir buscando alternativas. Basterra indicó que “es un importante avance que los sectores involucrados se comprometan a generar mecanismos que, en acuerdo entre privados, ayuden a desacoplar los precios internos del dinamismo de los precios internacionales, garantizando la mesa de los argentinos, la lucha contra la pobreza extrema generando trabajo local”.
Es decir, hay un compromiso de generar mecanismos, pero no una definición concreta de congelamiento de precios inmediato. Martins coincidió y agregó que “queremos evaluar la posibilidad de que la demanda utilice herramientas financieras, como las coberturas de precios, de forma tal de asegurarse un valor a futuro y no estar sujetos a los vaivenes producto de la escasez del grano, como podría ser el caso en la actualidad”. La demanda interna de maíz la componen principalmente los molinos, los productores de aves y cerdos (alimentados en base a maíz) y los fabricantes de bioetanol.
De la reunión participaron, además del ministro Basterra, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Echazarreta, y el subsecretario de Coordinación Política, Ariel Martínez.
Por el sector privado, además de Martins, estuvieron el presidente de CIARA-CEC, Gustavo Idigoras; el presidente de Maizar, Alberto Morelli; y el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, Roberto Domenech.
Por Randy Stagnaro para Tiempo Argentino
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