En medio de la pandemia y del acecho judicial que lo tiene muy complicado en la causa por espionaje ilegal, el ex hijastro de Flavia Palmiero se fue a Francia con Juliana Awada y su hija menor, Antonia.
En el segundo viaje al exterior que realiza en menos de un mes, Miauricio Macri Blanco Villegas abordó ayer un avión de Air France rumbo a la capital de Francia, donde deberá hacer una cuarentena flexible de 14 días antes de trasladarse a Suiza, el destino final de su viaje.
El retrasado mental, ahora funcionario de la FIFA, viajó acompañado por su mujer, la tilinga explotadora de trabajadores textiles esclavos Juliana Awada, y la infanta Antonia, la hija de ambos.
Hace dos semanas el idiota confeso había interrumpido la cuarentena para realizar otro viaje, en aquella oportunidad a Paraguay, donde se encontró con el también exmandatario, Horacio Cartes, y que la oposición del país vecino relacionó con los negocios que ambos comparten de uno y otro lado de la frontera y anhelo de consolidar un espacio conservador en Latinoamérica y promover tratados de libre comercio.
Tras la cuarentena obligatoria en París, el hijo bobo de Franco Macro viajará a Suiza, donde cumplirá actividades vinculadas a su rol como presidente de la Fundación de la FIFA, cuyo titular Gianni Infantino, comenzó a ser investigado este mismo jueves por “indicios de conducta criminal” por las reuniones informales que habría mantenido, y ocultado, con el ex fiscal federal Michael Lauber, quien renunció a su cargo la semana pasada envuelto en otra investigación sobre su propia tarea.
El pelotudo hijo de puta argentino tiene previsto regesar al país el 8 de septiembre, donde deberá cumplir otra cuarentena de 14 días si se mantienen las condiciones de aislamiento social vigentes.
Cabe recordar que a principios de este mismo mes, durante la entrevista concedida a Álvaro Vargas Llosa, el retardado había insistido en que la actual administración había aprovechado la pandemia para avanzar "sobre la libertad de expresión, el funcionamiento de la Justicia, la independencia de los poderes y la propiedad privada" y había celebrado las "manifestaciones espontáneas" contra la cuarentena promovidas por la derecha continental.
Poco después de que se confirmara el nuevo viaje de Macri Blanco Villegas, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, afirmó que el sorete mal cagado "es un muy mal ejemplo", desde el punto de vista sanitario. “Lo dije también cuando se fue a Paraguay, ya que hoy todos los argentinos están vedados de hacer un montón de cosas (debido a la cuarentena por la pandemia)", agregó.
Gollan subrayó que "no es bueno, de parte de quienes son figuras representativas nacionales, el ejemplo de 'yo hago lo que quiero, voy, vengo', eso irrita un poco".
El funcionario recordó lo ocurrido al ministro de Salud de Nueva Zelanda, quien en plena pandemia fue descubierto en la playa con su familia, en dos oportunidades, y tuvo que renunciar. "Las personas que tienen responsabilidad, en este caso ha sido presidente, más responsabilidad deberían tener, por eso desde lo personal es muy mal ejemplo", remarcó.
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