El presidente se refirió al proyecto de reforma judicial y dijo que el Gobierno está "absolutamente abierto" a escuchar los cuestionamientos y subrayó que no constituye "un decreto de necesidad y urgencia".
Alberto Fernández afirmó que el Gobierno está "absolutamente abierto" a escuchar opiniones en relación a la reforma judicial, destacó que se trata de un debate que "va a pasar por el Congreso" (ingresó ayer a la tarde al Senado) y aseguró que "no se está discutiendo cuántos miembros debe tener la Corte Suprema sino buscando su mejor funcionamiento".
En este sentido, entendió que el Máximo Tribunal "puede funcionar con cinco miembros" como actualmente, pero consideró que "está funcionando mal" y que su trabajo está "virtualmente paralizado".
En declaraciones radiales, Alberto subrayó que la reforma judicial, cuyos lineamientos fueron presentados públicamente el miércoles, no constituye "un decreto de necesidad y urgencia" sino que se trata de una iniciativa que "será debatida en el Congreso" y en la que "la oposición tiene todas las posibilidades de plantear sus pareceres".
"Toda mi vida he dicho que la Corte debe tener cinco miembros, pero con cinco miembros está funcionando mal y está virtualmente paralizada", dijo el mandatario.
Dijo también que cuando habla con juristas se encuentra "con un montón de falencias de la Corte" Suprema y con la visión de que lo que resuelve lo hace con una "arbitrariedad absoluta" y "eso funciona mal".
En cuanto a las diferentes opiniones que genera el proyecto, recordó que "todos pueden plantear sus pareceres, estamos absolutamente abiertos porque queremos que la justicia funcione de otro modo, no queremos otra cosa".
En paralelo, se preguntó si "¿alguien me puede decir que la justicia federal ha funcionado bien en los últimos 20 años, porque el que me dice eso es un gran cínico?".
"Creamos una comisión para que analice otros problemas que son muy técnicos, la oposición y los medios simplifican y dicen que el Gobierno quiere someter a los miembros de la Corte", lamentó.
En esa línea, explicó que la comisión de expertos que se creó para asesorar al Gobierno nacional en la Reforma tendrá "90 días a partir de agosto" para darle "consejos".
Respecto al comité dejó claro que sus consejos "no tienen que ser unánimes" y que "puede haber dictámenes de mayoría y minoría y después" se formará "opinión".
"Hay una gran falacia en todo esto", advirtió, acerca de los que plantean que tendría que haber consultado antes sobre el tema, y enfatizó que eso ocurre porque "me están proponiendo que repartamos los jueces y no lo voy a hacer, quiero jueces dignos".
El jefe de Estado planteó que "hay otros cuestionamientos a la Corte como que solo intervenga en cuestiones de sentencia definitiva" y consideró que "eso puede dar lugar a cuestiones muy graves".
En otro orden, expresó que "no creamos nuevos juzgados porque las secretaría existen y las causas quedan en su juez natural, es decir que el tribunal sigue funcionando, es exactamente lo mismo".
Sobre ese aspecto, aseveró que la propuesta oficial "ha acotado enormemente la discrecionalidad a la hora de seleccionar los jueces" y dijo respecto a las críticas que recibe la iniciativa que lo que buscan es "manipular la cabeza de la gente".
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