La última vez que se la había visto en público fue el 1 de marzo, en el Congreso. Durante la pandemia no fue a su despacho. Lorenzetti, Maqueda, Rosatti y Rosenkrantz decidieron no participar.
El anuncio de la reforma judicial en el Salón Blanco de la Casa Rosada tuvo ausencias notorias: cuatro de los cinco integrantes de la Corte Suprema decidieron no concurrir al acto. La única representante del Máximo Tribunal fue Elena Highton, que tiene una amistad personal con la ministra de Justicia Marcela Losardo.
La presencia de Highton, sentada en la primera fila, sorprendió dentro y fuera de la Corte. Por varios motivos. La jueza es una referente de un sector de la justicia nacional que se opuso en los últimos años a la transferencia de competencias a la ciudad de Buenos Aires. “Se le va a complicar caminar por algunos pasillos del Palacio después de hoy (por ayer)”, dijo un funcionario judicial que tiene su despacho en ese edificio.
Highton votó varias veces en contra del traspaso, a diferencia de Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda. Paradójicamente, la reforma que impulsa el Gobierno plantea, entre otras cosas, activar esa transferencia incompleta a los jueces de la ciudad de Buenos Aires. “Queremos hacer que la manda constitucional dispuesta en 1994 finalmente se cumpla”, dijo Alberto Fernández durante su discurso.
La presencia de Highton en la Casa Rosada, donde ingresó acompañada de su hija, también sorprendió por el contexto de la cuarentena. Fuentes de la Corte dijeron que la jueza, de 78 años, trabaja de manera remota desde que arrancó la cuarentena. De hecho, varios miembros del Consejo de la Magistratura se excusaron de participar del acto porque integran el grupo de riesgo.
Su última aparición pública fue el 1º de marzo, en la Asamblea Legislativa. Ese día acompañó al presidente de la Corte Carlos Rosenkrantz. Los otros tres jueces de la Corte no concurrieron.
A comienzos de marzo, cuando la reforma era un simple borrador, Highton dio una entrevista radial y apoyó tibiamente la ampliación del número de jueces en el fuero federal. “Reformas hacen falta, hay que ver si mejoran o no. Es relativo (la cantidad de tribunales federales). Lo que importa es la honestidad de los jueces”, dijo ese día.
Highton también estuvo en la asunción del presidente Alberto Fernández, que la convocó para integrar la Corte en 2004, cuando era jefe de Gabinete de Néstor Kirchner.
Una semana después de la asunción presidencial, Highton también dijo presente en la cena de la Asociación de Magistrados. Eran otros tiempos.
La convocatoria de los miembros de la Corte se hizo el martes y estuvo a cargo de la ministra de Justicia y del secretario general de la Presidencia Julio Vitobello. “Algunos se enteraron del acto en la Rosada por el llamado”, dijeron en la Corte para graficar la distancia actual entre la mayoría de los miembros del Máximo Tribunal y el actual Gobierno.
Pese a sus diferencias personales e ideológicas, Rosenkrantz, Lorenzetti, Rosatti y Maqueda rechazaron la invitación. No hubo un acuerdo grupal. Cada uno se excusó de participar en charlas personales con los funcionarios.
Highton cumplió 75 años en diciembre de 2017 y sigue en la Corte solo por una decisión de la Justicia. En 2018, el nefasto régimen de Miauricio Macri Blanco Villegas decidió dejar vencer el plazo para apelar un fallo del juez Enrique Lavié Pico, que había hecho lugar a un amparo presentado por la actual vicepresidenta de la Corte.
La presencia de Highton en la Rosada, dicen en la Corte, tiene una sola explicación: su relación personal con la ministra Losardo, quien fue su ayudante de cátedra. Desde entonces, conservan un vínculo afectivo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario