jueves, 30 de julio de 2020

Kicillof y Rodríguez Larrata se reunieron en La Plata y acordaron "seguir monitoreando" para definir la nueva fase de la cuarentena

Ambos mandatarios evaluaron datos sanitarios de la pandemia, como la cantidad de contagios y el nivel de ocupación de camas de terapia intensiva en hospitales de la región.


El gobernador bonaerense, Axel Kicillof; y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larrata, coincidieron ayer en la la necesidad de mantener la coordinación en el AMBA, durante una reunión que se desarrolló en La Plata, previa a otra que celebrarán -seguramente hoy por la tarde- con el presidente Alberto Fernández para definir cómo sigue el aislamiento social por la pandemia de coronavirus.

"Es muy difícil pensar que se pueda hacer algo en el conurbano distinto a lo que se haga en la Ciudad con estos niveles de contagio", afirmó Kicillof en declaraciones formuladas tras el encuentro, al que calificó de "muy productivo".

A su vez, fuentes del régimen porteño confiaron que Rodríguez Larrata analizará "si avanza en el esquema" de reapertura de actividades contemplado para la segunda etapa de apertura, que debería comenzar el martes 4 de agosto con intervenciones en el espacio público y con la autorización para deportes individuales amateurs, o "si estirará un tiempo por solidaridad" con la provincia de Buenos Aires.

En el encuentro, que comenzó aproximadamente las 10.30 en la sede gubernamental bonaerense y se prolongó por dos horas, ambos dirigentes acordaron igualmente monitorear los casos de contagios de la Covid-19 de ayer y hoy, antes de tomar una decisión conjunta con el presidente sobre la continuidad de la cuarentena.

Tras el encuentro, el anfitrión bonaerense adelantó a esta agencia que para analizar esos primeros datos mañana se reunirán ambos con el presidente, en horario todavía a definir.

Fuentes bonaerenses y porteñas coincidieron en indicar que durante el encuentro Kiciloff y Rodríguez Larrata compartieron "la misma preocupación" y la misma visión respecto a que la situación "no admite ningún tipo de relajación ni de desánimo".

Respecto a cómo seguirá el aislamiento en la CABA y en la provincia de Buenos Aires, Kicillof adelantó que sería "un poco perturbador" pensar en la posibilidad de que ambas jurisdicciones adopten estrategias diferentes de cara a la nueva etapa, "porque las situaciones son prácticamente idénticas y están conectadas" por lo que agregó que "hacer cosas distintas sería difícil de explicar".

"Por eso estamos trabajando todo el tiempo buscando coordinación", dijo y destacó que la ciudad y la provincia ya tienen "un método de trabajo común" porque entienden que el AMBA "es una zona sanitaria única, más allá de las divisiones políticas o jurisdiccionales".

En este sentido, dejó claro que el objetivo es "cuidar a los bonaerenses y a los porteños" con estas medidas coordinadas en el AMBA, para que "no se contagien" y también para que, si eso sucediera, "tengan disponible una cama en el sistema sanitario".

El esquema de reaperturas del régimen porteño contempla la habilitación de peluquerías y centros de estética a partir de ayer y comercios situados en avenidas de alto tránsito a partir del martes 4 de agosto.

Este esquema está siendo puesto en duda en la ciudad de Buenos Aires y se evalúa si la próxima etapa "se estirará" por "solidaridad" con los bonaerenses, indicaron las fuentes porteñas.

En cuanto a la situación sanitaria en la provincia de Buenos Aires, se mencionó que los especialistas epidemiológicos proyectan para agosto un 91 por ciento de camas ocupadas si continúa el actual ritmo de contagios.

Sostienen que, en cambio, si se implementa una cuarentena con restricciones como la que rigió para el AMBA entre el 1 y el 15 de julio, al actual nivel de casos, la ocupación será del 79%.

También se analizó que "en las clínicas privadas en la ciudad, donde se atienden no sólo pacientes porteños sino también del conurbano, la ocupación es cercana al 75%", y que "hay un 15% de gente de CABA afiliada a PAMI que debe internarse en la provincia porque en la Ciudad no hay disponibilidad", según aportó Kicillof, quien recordó que de esto también se trata la "solidaridad".

Por ahora, en la provincia de Buenos Aires, en el sector público "la ocupación permanece estable en el 60% porque crecen los números de internados", mientras "se siguen expandiendo el sistema y agregando camas".

Manifestó luego que "el crecimiento de casos que se registra se verá reflejado en la ocupación de camas, situaciones de gravedad y cantidad de fallecimientos" y apuntó que por ese motivo "hay que reducir el ritmo de contagio actual" y es "muy difícil pensar en una mayor movilidad".

"Después, habrá que acordar con Nación y con la Ciudad la próximas medidas conjuntas. Obviamente, no queremos dificultarle a nadie la vida, pero la verdad es que lo que generó una situación complicada es este virus al que todavía no se le encuentra la vuelta", expresó Kiciloff.

Participaron de la reunión el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli; los ministros de Salud de la Ciudad y la Provincia, Fernán Quiros y Daniel Gollán, respectivamente; el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, y el ministro de Seguridad, Sergio Berni.

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