La Comisión de Justicia y Paz de la Iglesia Católica emitió un comunicado para condenar las escuchas ilegales y el espionaje, advirtiendo que la democracia "no admite subsuelos turbios" que amparen y faciliten este tipo de abusos. Entre los espiados figura el obispo de Lomas de Zamora.
"Nada puede justificar las escuchas ilegales o las presiones que presuntamente se pretende ejercer sobre las víctimas de tales acciones", señala en un comunicado la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP), organismo dependiente de la Conferencia Episcopal e integrado mayoritariamente por fieles laicos católicos.
El pronunciamiento a raíz de las denuncias de escuchas ilegales y de espionaje que actualmente se tramitan en la justicia expresa también el "repudio a procedimientos ilegales de cualquier índole", exigiendo una rápida investigación de los hechos. En el mismo texto el organismo católico sostiene que "la democracia no admite subsuelos turbios que refugian y facilitan abusos y prácticas ilegales".
Se trata del primer pronunciamiento institucional de la Iglesia Católica sobre un tema que genera inquietud en el episcopado y que movió a consultas entre los obispos en los últimos días.
Vale mencionar que entre las numerosas víctimas del espionaje ilegal (periodistas, dirigentes políticos, académicos, etc.) se cuenta también el obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y asesor de la Comisión de Justicia y Paz que preside el ingeniero Emilio Inzaurraga.
Lugones es uno de los obispos católicos claramente identificado con las cuestiones sociales y se lo reconoce como un hombre sumamente activo y en contacto permanente con referentes de los movimientos sociales, las organizaciones sindicales y de la vida política, además de ser el responsable institucional de los temas sociales dentro del episcopado católico.
“Repudiamos procedimientos ilegales de cualquier índole, nos solidarizamos con las presuntas víctimas de los hechos denunciados, exigimos una profunda y rápida investigación que, respetando las garantías legales, evidencie los hechos sucedidos e identifique las responsabilidades correspondientes”, dice el documento que expresa la posición institucional de la Iglesia Católica sobre el tema.
Sobre los hechos hasta ahora conocidos la CNJP señala que "acciones como las denunciadas dejarían al descubierto abusos de poder, configurando, de ser así, una gravísima violación de derechos constitucionales" y sostiene la "urgencia de adoptar medidas y procedimientos para desterrarlos y asegurar el control sobre los organismos que las ordenan o realizan".
El organismo católico afirma que "la democracia se fortalece con institucionalidad y transparencia" y que "mal destino nos esperaría como país si llegáramos a naturalizar o justificar ciertos procedimientos en función de banderías o intereses políticos partidarios". Para Justicia y Paz los hechos denunciados "son execrables, cualquiera sea el signo del gobierno que los practica o permite".
Al expresar su solidaridad con las personas que han sido víctimas del espionaje, en particular con el obispo Lugones, la Comisión dice que "acompañamos a monseñor Lugones con la oración haciéndole llegar nuestro aprecio y gratitud por su testimonio de pastor, su compromiso con los pobres y su permanente empeño en la construcción de un país cada día más fraterno y solidario".
Por su parte, los obispos auxiliares de Lomas de Zamora, Jorge Torres Carbonell e Ignacio Medina, junto a los sacerdotes de esa diócesis católica, también hicieron conocer un documento en el que expresan "nuestra total solidaridad y comunión con nuestro obispo, monseñor Jorge R. Lugones sj, que ha padecido un espionaje ilegal", reclamando "por la verdad y la justicia para nuestro obispo y demás victimas de tan lamentable situación".
En su declaración los curas de Lomas de Zamora califican el espionaje como un "hecho, impropio en cualquier democracia" que "nos invita a reflexionar y a reclamar por la verdad y la justicia para nuestro obispo y demás víctimas de tan lamentable situación"; subrayando que esta demanda adquiere especial significación "en estos momentos, en los que se hace necesaria, más que nunca, la solidaridad que construye la unidad y que nos permite superar divisiones".
Fuente: nota de Washington Uranga para Página/12
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