Analiza presentarse como querellante por la vigilancia a sus investigadores/as y exige el esclarecimiento de estas prácticas y de cualquier otro tipo de registro que involucre a científicas/os.
Ana Franchi, titular del Conicet |
El Conicet se pronunció ayer a través de un comunicado en relación a la denuncia por las actividades de espionaje de la AFI.
El organismo remarcó que "las acciones de espionaje se habrían realizado sobre periodistas, dirigentes sociales y políticos, así como sobre miembros de la comunidad científica del Conicet durante la anterior Administración" y llamó a esclarecer el asunto. También anticipó que puede presentarse como querellante, aunque no dejaron en claro si lo hará.
"El Directorio del organismo se solidariza con quienes hayan sido objeto de estas investigaciones irregulares. Asimismo, exige el esclarecimiento de estas prácticas y de cualquier otro tipo de registro que involucre a científicas/os por parte de organismos de inteligencia", señala el comunicado, en el que además se pone de manifiesto el "compromiso con los valores del estado de Derecho, las leyes de la democracia y la protección absoluta de la libertad académica e investigativa, contra cualquier forma de amedrentamiento".
El texto del organismo que preside Ana Franchi subraya que el Conicet "ha instruido a su área legal a fin de que inicie el seguimiento de las causas judiciales a fin de evaluar la posible actuación como parte interesada en dichos juicios".
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La interventora de la AFI, Cristina Caamaño, denunció la semana pasada que hubo escuchas ilegales por parte del organismo durante el nefasto régimen fascista de Miauricio Macri Blanco Villegas, mientras Gustavo Arribas y Silvia Majdalani estuvieron al frente de la central de inteligencia.
A nivel académico, uno de los nombres que salieron a la luz entre los presuntos espiados es el del docente e investigador del Conicet Francisco Cantamutto.
"Me parece una buena noticia que salga de las catacumbas y se empiece a discutir públicamente esta rémora antidemocrática", subrayó Cantamutto, quien se desempeña en la Universidad Nacional del Sur en Bahía Blanca.
"Yo me entero que soy espiado en noviembre del 2017 y de hecho tengo presentado un recurso de Habeas Data en diciembre de ese año; en ese momento se me denegó el acceso a la onceava reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio que sesionaba en Buenos Aires por datos sobre mi comportamiento y mi persona", afirmó.
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