En el régimen porteño desmienten que la semana próxima las medidas vuelvan para atrás. "No hay un día D, la evaluación es constante", dicen.
El régimen porteño monitorea los resultados de la flexibilización, pero en principio Horacio Rodríguez Larrata resiste endurecer el aislamiento social. "El termómetro real es lo que ocurre en las guardias y no están desbordadas", explicaron fuentes capitalinas.
Según pudo saberse, funcionarios porteños se reunirán la semana próxima para evaluar la efectividad de las nuevas medidas, pero no habrá un "día D" para decidir cómo sigue la cuarentena: "la evaluación es constante". La intención es tener un panorama de cómo funcionó la apertura de nuevos rubros que comenzó el lunes y tendrá una prueba de fuego con las salidas recreativas este sábado.
Alberto Fernández habilitó la fase 4 de la cuarentena en todo el país excepto en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA), donde se encuentran las mayores concentraciones de población del país. En la CABA están atentos a los próximos pasos y preparan un informe para la semana entrante que elevarán antes de que el Presidente anuncie las próximas medidas.
En el larratismo siguen varias cuestiones que marcarán el desarrollo de las próximas semanas. En los últimos días hubo un aumento exponencial de los contagios: el coronavirus entró en los barrios vulnerables que concentran más del 30% de los casos porteños. De hecho en el último informe diario de los 130 casos registrados, 81 corresponden a barrios populares y 24 a pacientes no residentes en la CABA, lo que arroja una cifra para el resto de la ciudad de apenas 25 contagios, por debajo de lo que venía registrado antes de la última flexibilización de la cuarentena, cuando se ubicaba en un promedio diario de 40 a 50 casos.
Por eso, para saber con precisión cuáles fueron las consecuencias de la última flexibilización de varios rubros económicos deben transcurrir entre 5 y 8 días, que es el tiempo que tardan en manifestarse los síntomas del coronavirus.
La sobrepoblación en las guardias de hospitales es uno de los aspectos que mira el gobierno, pero también estarán atentos a otros cuatro factores. Revisarán qué ocurrió con la apertura de comercios, si respetaron los protocolos y cómo se desarrollaron las distintas actividades.
Otra de las pruebas de fuego será este sábado, el primer día de las salidas recreativas de una hora para niños acompañados de su padres. "Si juegan entre ellos, si hacen actividad física o si hay picnics entonces estamos en problemas", admitió un legislador oficialista.
El uso del transporte público también es monitoreado de cerca por las autoridades. Desde que la cuarentena se flexibilizó de facto tres semanas atrás el uso del transporte aumentó, aunque en algunos casos como el subte, los niveles son muy bajos: viaja el 7% de los pasajeros que utilizaban los subterráneos antes de la cuarentena.
El cuarto factor que siguen con atención en la CABA es la curva de contagios, pero no solo en términos absolutos, sino también su distribución por zonas geográficas de la Ciudad. Además de los barrios de San Nicolás y Flores, donde están las Villas 31 y 1.11.14, Recoleta concentra muchos de los centros de salud públicos y privados que atienden pacientes con coronavirus.
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