Los datos oficiales muestran que la cantidad de nuevos positivos necesitaba cerca de 18 días para duplicarse a fin de abril y ahora apenas 8 días. El impacto del mayor testeo.
La evolución del coronavirus se dinamizó en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense en lo que va de mayo, incluso antes de que el gobierno autorizara la última flexibilización de la cuarentena. Y eso se trasluce en los datos que diariamente informa el Ministerio de Salud: la cantidad de casos diarios se duplicó desde que empezó el mes.
En primer lugar, las cifras se fueron concentrando en la provincia de Buenos Aires y la CABA. A mediados de abril, los casos reportados en estos dos distritos no superaban el 55% de la totalidad de los casos a nivel nacional y ahora ya representan el 69% de los casos del país.
A falta de datos públicos de la distribución de los casos en la provincia y considerando que el grueso de la población bonaerense vive en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), puede verse que la cuarentena surtió efecto y que la cantidad de días que tardaron multiplicarse por dos la cantidad acumulada de positivos por Covid-19 en la provincia y en la ciudad juntas, pasó de los 2 a 3 días antes del 20 de marzo -cuando Alberto Fernández decretó la cuarentena- a los 17 días que pasaron desde el 25 de abril hasta ahora, cuando las dos sucesivas flexibilizaciones volvieron a duplicarse.
Estimaciones del gobierno nacional señalan que en el conurbano los casos se duplican cada 25,17 días, mientras que si se suma la CABA, la duplicación de casos acumulados es cada 13,8 días, lo que la convierte en el epicentro del problema, incluso si se toma en cuenta la mirada del gobierno porteño, que considera que los números no son tan severos cuando se los filtra de los casos en los geriátricos y en las villas.
Así y todo, con posterioridad al 25 de abril se observa un cambio en la tendencia. En promedio, en los últimos días de abril hacían falta casi 18 días para que la cantidad de nuevos casos diarios se duplicara (no la totalidad de casos acumulados) y en la primera semana de mayo ese lapso se había reducido a la mitad. Por ejemplo, si se toma el promedio de los 7 días previos a esa fecha, la cantidad de nuevos casos era de 89 diarios, en cambio si se toman los 7 días previos a anteayer, el promedio se elevó a 187 nuevos casos diarios, poco más del doble. Y si se toma la última semana, la cifra se eleva a 202 casos diarios.
Esta duplicación no se dio al mismo ritmo en el lapso del mes, sino que se aceleró rápidamente a partir del 5 de mayo si uno observa la evolución de la media móvil semanal. Si al 30 de abril el promedio era de 97 casos, el 5 de mayo ya se había disparado a 126. No casualmente en esa misma fecha Verónica Magario responsabilizó a las colas en los bancos del 3 de abril por el pico de contagios.
Las explicaciones van por dos carriles. Por un lado, por la flexibilización de facto de la cuarentena. Ya antes de que Rodríguez Larrata diera luz verde para la apertura de ciertos comercios, la observancia estricta al aislamiento social se había relajado. En especial en las áreas más carenciadas del AMBA, donde las condiciones de vida hacen extremadamente difícil mantener la distancia con el resto de las personas y las condiciones de higiene, sin contar que la urgencia económica también jugó un rol clave.
"Tenés una mezcla explosiva entre hacinamiento que no te permite cumplir con las condiciones de aislamiento social y el trabajo informal en el AMBA. La gente aguantó un tiempo sin salir pero al final tuvo que romper la cuarentena. Son dos factores importantes para el crecimiento de los contagios", dijo Laura Alonso, licenciada en Enfermería y especialista en Control de Infecciones.
De los 2.465 casos en la ciudad de Buenos Aires, 891 se contabilizaron en los barrios vulnerables, según informó el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, todos ellos en las últimas tres semanas.
Por el otro carril, una parte de la aceleración de los casos obedece a que cambió la estrategia de testeos. En particular en la última semana el gobierno intensificó las pruebas en áreas de mayor contagio con el programa DetectAr. Ir al encuentro de los casos de contagio por circulación e intentar contener también el contagio de las personas próximas a los positivos también impacta en las cifras.
"Lo que estamos viendo hoy son los contagios de hace 2 semanas. Lo que significa es que hay mayor circulación viral comunitaria, sobre todo en los barrios carenciados donde no se cumplen el distanciamiento social ni la cuarentena.Se duplican porque se están yendo a buscar casa por casa en barrios vulnerables, cambió la definición de casos para poder testear a más cantidad de gente", dijo un especialista consultado.
En este sentido, cabe recordar que en el transcurso de la pandemia, la definición de caso sospechoso se actualizó en dos ocasiones más, una el 30 de marzo y otra el 16 de abril para adaptar la estrategia de testeo al pasaje de una etapa en la que solo había casos importados a otra en la que la circulación viral se impone en el 29,6% de los casos y en un 11,6% todavía no se sabe el motivo de contagio.
"La duplicación implica que hay más casos, eso es objetivo. Lo más importante es aislar a las personas positivas y a sus contactos estrechos y para eso es necesario detectarlo. No sirve que te pares en Santa fe y Callao y hagas tests a los transeúntes. Es muy posible que una persona infectada pero sin síntomas puede darte un falso positivos. Por eso es necesario testear a los que tienen síntomas y aislar a los contactos cercanos. La comparación de casos y la posibilidad son malas noticias en el corto plazo pueden ser buenas noticias en el largo plazo porque cortaste la cadena de contagios", agregó el especialista .
En este contexto, el martes la CABA habilitó la apertura de comercios y actividades para que retornen a su puestos de trabajo a unas 40 mil personas y el miércoles otras tantas, incluso con los casos acelerándose. "Aun así, el costo en la actividad (de la cuarentena) es tan triste y la falta de recursos para prevenir efectos duraderos en las empresas y los hogares tan escasa que el gobierno decidió relajar la cuarentena en el AMBA", sostuvo un análisis publicado el lunes por JP Morgan, titulado "La crisis del 2018-2020 eclipsará a la de 1999-2002".
De acuerdo al banco de inversiones, la apertura en la Ciudad obedece a la necesidad de ponerle un freno a la caída económica, pese a que el último fin de semana se reportaran 423 casos en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires, el 84,8% del total de casos confirmados en el país "aunque dada la aceleración de los casos en los últimos días Rodríguez Larrata aclaró que "pueden dar marcha atrás si la situación empeora".
"Los intendentes del Gran Buenos Aires también están pidiendo una relajación parcial, poniendo presión sobre el gobernado que parece más renuente. El gobernador de la Provincia detalló en una reciente conferencia que solo permitirá que reabran comercios de proximidad sujetos a la implantación de protocolos sanitarios, sin dar más información", analizó JP Morgan en el mismo reporte en el que estimó en 5% la caída mensual del nivel de actividad en abril y proyectó que la economía en 2020 se hundirá un 9,8%.
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