El mandatario afirmó que Argentina "está dispuesta a pagar lo que está en condiciones de pagar" y que el país "quiere negociar" con los acreedores. Además, señaló que se está "trabajando muy bien con el FMI" en la reestructuración de la deuda. En cuanto a las medidas de aislamiento social, manifestó que "vamos a ir retomando la normalidad pero sin poner en riesgo la salud de la gente".
Alberto Fernández afirmó que "el deseo del gobierno es no entrar en default", pero advirtió que Argentina "está dispuesta a pagar lo que está en condiciones de pagar" y señaló que “los acreedores tienen cómo molestar en la economía interna”.
El jefe de Estado destacó que se está "trabajando muy bien" con el Fondo Monetario internacional (FMI), elogió a la conducción del organismo "técnica y razonable, no dogmática, que lee con sentido común la economía" y dijo que el mensaje es que "Argentina quiere negociar" y "se equivocan los que piensan que no queremos pagar".
Al ser consultado sobre la suba del dólar blue, el presidente expresó que "los acreedores tienen cómo molestar en la economía argentina", ya que "tienen mucha gente" en el país "que se ponen un poco al servicio de ellos". En ese sentido, explicó que "no hay argumento lógico para que esto ocurra" sino es por "la especulación".
"Si la economía cae, porque no se mueve, entonces para qué necesitan esos dólares sino es para especular, es solo especulación", dijo y agregó que le "preocupa" y que está "viendo cómo resolverlo".
En tanto, ratificó que el oficialismo discute en el Congreso un "aporte por única vez" de las grandes fortunas en medio de la emergencia por el coronavirus, y no un impuesto, a la vez que reiteró que los asuntos impositivos son cuestiones que debe resolver el Poder Legislativo.
Sobre la contención del coronavirus, Fernández afirmó ayer en declaraciones radiales que a los países que "abrieron" la economía "no les fue bien" y aseguró que la Argentina y el mundo atraviesan una una situación excepcional por la pandemia de coronavirus.
"Admiro a sociedades como la sueca, pero digo que no tuvo los resultados de los países que hicieron una cuarentena más estricta. A los que salgan a la calle a trabajar, les digo que el mundo es otro. Todo ha cambiado", remarcó el mandatario.
Además, estimó que para que la flexibilización del aislamiento social, preventivo y obligatorio funcione "tiene que haber una responsabilidad de la gente" para que esas medidas de apertura no se retrotraigan.
Fernández aseguró que de a poco "vamos a ir retomando la normalidad pero sin poner en riesgo la salud de la gente", al tiempo que reafirmó la presencia del Estado en el área de la asistencia. "Nosotros vamos a estar presentes acompañando, que nadie lo dude", destacó.
Asimismo, consideró además que "hubo un proceso de degradación del Estado" durante la nefasta gestión anterior y recordó que recibieron un país en el que "los hospitales se construyeron y nunca se inauguraron", en alusión a la gestión que llevó a cabo María Eugenia Vidal como gobernadora fascista de la provincia de Buenos Aires.
Sobre los empresarios, señaló que que "hay un empresariado consciente e infinitamente solidario" que, por ejemplo, ha hecho donaciones anónimas para construir hospitales.
En cambio, añadió, hay otros que "dicen cosas que no ayudan" y "la gente se da cuenta", en particular cuando se refieren a que hay que "pagar la deuda" de cualquier forma y dejó claro que no es partidario de "generalizar".
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