Delimitó el acceso a divisas por parte de las empresas que reciban créditos subsidiados durante la emergencia sanitaria y prohibió a agentes de Bolsa o comercios operar en el mercado de cambios.
El Banco Central volvió a ajustar ayer las clavijas sobre la especulación cambiaria a partir de una serie de limitaciones para la compra de divisas. La entidad que preside Miguel Pesce delimitó el acceso a dólares de las empresas que reciban créditos subsidiados durante la emergencia sanitaria. La compra sólo podrá ser para importar insumos para su producción.
El organismo también prohibió a agentes de Bolsa o comercios operar en el mercado de cambios. Como contrapartida, para canalizar el flujo al ahorro en pesos, una de las apuestas del Ministerio de Economía para financiar la actividad, el Central fijó un piso de tasa para los depósitos de hasta 4 millones de pesos. Será de un 70 por ciento del rendimiento que otorgue el BCRA con su letras. Con una tasa de 38 por ciento de la Leliq, hoy el plazo fijo no debería recibir menos del 26,6 por ciento anual.
En las últimas semanas se recalentó la demanda de dólares a través de operaciones busrsátiles, las cuales logran sortear los límites dispuestos a la compra mensual de divisas. El mecanismo es comprar un bono o acción en pesos y venderlo en dólares. Hay dos variantes: en el dólar MEP los fondos se depositan en una cuenta local y con el "contado con liquidación" se transfieren al exterior. Por esta forma de pasarse a moneda extranjera que ofrecen algunos bancos y agentes de Bolsa se llegó a pagar a mediados de esta semana 120 pesos por dólar.
A desdolarizar
Cuando el Central comenzó a implementar restricciones, el precio se contrajo diez pesos en un día y esta semana cerró en 115, todavía muy por encima de la cotización oficial (69,16) y del dólar solidario (89,91). En el gobierno están convencidos de que se trata de una demanda especulativa y comenzaron a cercar los canales habituales de acceso a la divisa.
En enero de 2018 el Central había decretado, con el objetivo de darle "mayor transparencia" al mercado, que particulares o empresas de cualquier sector que operen de manera habitual en el mercado libre de cambios pudieran funcionar como agencia de cambios. El único requisito era inscribirse a un simple registro, lo que habilitaba a un supermercado, una cadena de electrodomésticos, un hotel o cualquier otro comercio a ser un oferente de divisas.
En el actual contexto de mayor restricción cambiaria y con una pulseada sobre el tipo de cambio en marcha contra grandes grupos económicos, se dispuso derogar ese decreto y concentrar las operaciones cambiarias por los canales tradicionales. La decisión apunta más directamente a los denominados brokers (agentes de Bolsa) que ofrecen el dólar contado con liquidación.
Otro canal de demanda de divisas son las empresas y desde el Central se decidió limitar lo que pueden hacer las empresas alcanzadas por planes de facilidades que está ofreciendo el Gobierno durante la cuarentena. El objetivo es impedir que se use este financiamiento para ir al mercado oficial a comprar divisas. "Las empresas que accedan a líneas de créditos con tasas subsidiadas y aquellas que realicen operaciones de compra-venta de títulos valores con liquidación en moneda extranjera tendrán que pedir la conformidad previa del BCRA para acceder al Mercado Único y Libre de Cambios para la adquisición de divisas", dispuso el organismo.
La medida no imposibilita el acceso de las mipymes a la compra de dólares por este mecanismo, si es que por algún motivo deben recurrir a él, pero se verificará que las divisas "sean destinadas a nuevas importaciones de bienes o insumos requeridos en su proceso productivo". No podrán cancelar deuda vencida al 19 de marzo de 2020 sin contar con la conformidad previa del Central. "Las empresas, en la medida que tengan vigente esas líneas de crédito, tendrán también limitado el acceso a operaciones de venta de títulos valores con liquidación en moneda extranjera o a la transferencia a entidades depositarias del exterior", aclara la autoridad monetaria.
La zanahoria para el ahorro en pesos es un piso de tasas de interés, algo que el entonces presidente del Banco Central Federico Sturzenegger se encargó de eliminar apenas tomó el control del organismo. Según dispuso el Central, para las colocaciones minoristas de hasta 4 millones de pesos, que no tengan ajustes adicionales por UVA o UVI, se fija una tasa nominal anual mínima del 70 por ciento del promedio simple de las tasas de las licitación de Letras de Liquidez (Leliq). Este promedio finalizó el 30 de abril en 38 por ciento anual, lo que llevaría al piso de tasas para depósitos e inversiones en pesos al 26,6 por ciento anual.
Por Cristian Carillo para Página/12
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