miércoles, 6 de mayo de 2020

Brasil reportó 600 nuevas muertes por coronavirus y el total se acerca a 8.000

Los estados más afectados por la pandemia continúan siendo San Pablo y Río de Janeiro, los dos más poblados. San Pablo registra a la fecha 2.851 muertes y más de 34.000 casos positivos, mientras que las en Río de Janeiro son 1.123 y 12.391, respectivamente.


Autoridades sanitarias brasileñas reportaron ayer 600 nuevas muertes como consecuencia de la Covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus. 

De esta manera, la cifra total ya se acerca a los 8.000 decesos. En concreto, actualmente ascienden a 7.921.

La cantidad de casos confirmados el martes, en tanto, fue de casi 7.000, lo que llevó el total a 114.715. Tanto las cifras de decesos como de transmisiones son, con creces, las más altas de América Latina. No obstante, el presidente ultraderechista Jair Bolsonazi insiste en minimizar el impacto de la pandemia y desalentar las medidas de distanciamiento social, lo que le ha valido una condena prácticamente global.

En una conferencia de prensa, el funcionario de la cartera de salud, Wanderson Oliveira, dijo que, de las 600 muertes, 25 ocurrieron el martes, 51 ayer y 41 el domingo. “El resto fue anterior a ese período y estaba bajo investigación, solo se le notificó ahora”, sostuvo.

Los estados más afectados por la pandemia continúan siendo San Pablo y Río de Janeiro, los dos más poblados. San Pablo registra a la fecha 2.851 muertes y más de 34.000 casos positivos, mientras que las en Río de Janeiro son 1.123 y 12.391, respectivamente.

Pese a tener cifras menores, el estado de Amazonas es uno de los mayores focos de preocupación debido a su menor población y más precaria infraestructura de salud, que en los últimos días se vio prácticamente colapsada por el drástico incremento de muertes.

De hecho, se ha llegado a un extremo donde los féretros han tenido que ser apilados unos sobre otros en largas zanjas hechas apresuradamente en un cementerio de la ciudad. En medio de la desesperación, algunos familiares eligen de mala gana la cremación para sus seres queridos a fin de evitar que terminen en esas fosas comunes.

La asociación nacional de funerarias ha suplicado por un envío urgente de féretros vía aérea desde Sao Paulo, a 2.700 kilómetros de distancia, dado que Manaos no cuenta con carreteras pavimentadas que la conecten con el resto del país.

Antes de la propagación del virus, la ciudad de Manaos, la capital del estado, promediaba de 20 a 35 fallecimientos diarios, según el alcalde. Datos de la Secretaría de Salud del estado muestran que actualmente se registran al menos muertes 130 diarias. La población en la región también ha ignorado enormemente las medidas de confinamiento.

El avance de la pandemia en el país, que podría convertirlo en el próximo epicentro global, ya preocupa a sus países vecinos como Paraguay, Uruguay, Argentina, Bolivia y Colombia. 

En Paraguay, las fuerzas militares que velan por el cumplimiento de las normas contra el virus cavaron una zanja poco profunda junto a la principal carretera de entrada a la ciudad de Pedro Juan Caballero desde la vecina ciudad brasileña de Punta Porá, para restringir la circulación.

Funcionarios argentinos dicen estar especialmente preocupados por el tránsito de camiones desde Brasil, su principal socio comercial. En las provincias que limitan con el país vecino, Argentina está trabajando para establecer corredores seguros donde los conductores brasileños puedan acceder a cuartos de baño y descargar sus productos sin entrar en contacto con argentinos.

Una de las ocho infecciones registradas en Misiones es la de un conductor de camión de 61 años que aparentemente se enfermó en Sao Paulo y luego regresó a esa provincia, donde murió luego de infectar a su esposa.

Las autoridades en Colombia también están preocupadas, dijo Julián Fernández Niño, epidemiólogo de la Universidad Nacional en Bogotá.

“En un mundo globalizado, la respuesta con el problema de la pandemia no pueden ser fronteras cerradas”, afirmó Fernández Niño. El experto indicó que “Brasil es un país de un gran desarrollo científico y capacidad económica”, pero su gobierno mantiene una “postura anticientífica” respecto a cómo debe ser el combate al coronavirus.

En Uruguay, el presidente, Luis Lacalle Pou, apuntó que la propagación del virus en Brasil encendió luces de advertencia en su gobierno.

El régimen de facto de Bolivia, aliado del de Bolsonazi, declinó comentar las medidas de su vecino contra el virus, pero el ministro de Defensa, Fernando López, prometió este mes aplicar con firmeza el cierre de la frontera. “Si seguimos siendo flexibles en la frontera, de nada va servir la cuarentena nacional”, manifestó.

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