El presidente, en diálogo con gobernadores y el comité técnico, define si la extiende una semana o dos.
Alberto Fernández conversa por estas horas con gobernadores los alcances de una extensión del aislamiento preventivo.
El debate pasa por extender una semana o dos la cuarentena para evitar contagios por coronavirus, pero esta balanceado por el implacable costo económico del parate, que empieza a sentirse.
Fuentes al tantos de las conversaciones explicaron que si bien circuló una versión de que se podría extender hasta el 1º de Mayo, esto esta descartado.
El debate dentro del gobierno pasa por ampliar el aislamiento durante una o dos semanas y por ahora se impone esta última opción que implica aprovechar Semana Santa, para mantener el encierro hasta el domingo 12 de abril.
El presidente espera los informes del comité de científicos para definir los pasos a seguir y mientras tanto mantiene conversaciones sobre el tema con los gobernadores. Todavía se desconoce el momento en que se va a informar la medida.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, fue el primero en advertir sobre el costo económico de una medida tan extrema en una economía fragilizada: "En Argentina, un bar que cierra por quince días, quiebra", sostuvo en la última reunión que mantuvo con intendentes.
Sin embargo, pudo saberse que el debate en el gobierno incluye un importante componente psicológico, además del económico. El jefe de Estado no quiere anunciar la extensión de una semana de cuarentena y después tener que volver a anunciar otra semana más. La postura de Alberto es que eso generará un pesar aún mayor sobre la gente.
En una entrevista que brindó anoche a la TV Pública, el presidente evitó dar detalles sobre una posible extensión de la cuarentena. "Vamos a ver. Tenemos que ser cuidadosos. La cuarentena paraliza la economía, pero antes que nada tenemos que preservar la salud de la gente", dijo. En tanto, afirmó que "el inicio de clases puede esperar".
La cuarentena obligatoria establecida vía decreto por el gobierno en el marco de la emergencia sanitaria vence el próximo martes.
"Si tenemos que extender estas medidas lo haremos, porque entre la economía y la salud, elijo privilegiar la salud", venía afirmando el Presidente. La moderación que exhibió ayer en la entrevista con la TV Pública acaso refleja la tensión interna por el impacto económico del parate. El gremio gastronómico ya alertó que en dos semanas no podrá pagar más los sueldos y se estima que podrían 100 mil trabajadores de la construcción se quedarían sin recursos.
Una fuente al tanto de las conversaciones afirmó que "no me gustaría estar en los zapatos de Alberto, tenes que hacer un cálculo entre cuantas muertes evitas y cuanto aguanta la gente sin trabajar, cuantas quiebras son demasiadas". Se trata de un debate que cruza al mundo, pero que pega especialmente en los países con gran parte de su economía en la informalidad, como Argentina, México o Brasil.
No es menor el impacto económico que se estima. Inicialmente Credit Suisse estimó una caída del 2,6% del PBI, pero este miércoles la calificadora Moody's lo estiró hasta un escalofriante 3,9%.
Como sea por estas horas, la fecha que aparece como más probable es el 12 de abril, es decir el domingo que comprende el feriado largo de Semana Santa. Ese podría ser el último día del aislamiento social obligatorio y las personas podrían retomar sus actividades el lunes 13. De pautar esa nueva fecha, se estarían sumando 12 días al tramo original comprendido por otros 12 días.
De cualquier manera, en el gobierno ya anticipan que el fin de la cuarentena será acompañado por la continuidad de una serie de medidas restrictivas, como podría ser extender la cuarentena obligatoria para los mayores de 65 años. "Como se sale de la cuarentena es todo un tema aparte", agregó otra de las fuentes consultadas.
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