Por Victoria Ginzberg para Página/12
En la Casa Rosada esperan el famoso pico de la curva de casos para fines de abril y principios de mayo, por lo que se estudia prolongar el aislamiento social obligatorio. Mientras tanto, avanzan los preparativos para enfrentar la emergencia con reactivos, respiradores y refuerzo de profesionales.
El gobierno espera que el famoso pico en la curva de casos de coronavirus ocurra en el país entre fines de abril y principios de mayo y se está preparando para enfrentar ese momento crítico. Cuan pronunciado será ese pico dependerá en gran parte de la eficacia de la medida que hizo que la mayoría de la población se quede en su casa.
Lo que es seguro es que la cuarentena no terminará el 31 de marzo. “Si nos va bien tiene que seguir; y si nos va mal también hay que seguir”, describen en el ministerio de Salud para graficar la inevitabilidad de la extensión del aislamiento. Lo que no está definido es hasta cuándo. Una posibilidad será mantenerla hasta el 12 de abril, después de Semana Santa. Como ya aprendimos los argentinos, mientras más gente se quede en su casa, más se “achatará la curva” y por lo tanto, el sistema de salud podrá atender mejor la demanda. Pero, mientras tanto, el Gobierno se prepara para gestionar la emergencia.
Lo que es seguro es que la cuarentena no terminará el 31 de marzo. “Si nos va bien tiene que seguir; y si nos va mal también hay que seguir”, describen en el ministerio de Salud para graficar la inevitabilidad de la extensión del aislamiento. Lo que no está definido es hasta cuándo. Una posibilidad será mantenerla hasta el 12 de abril, después de Semana Santa. Como ya aprendimos los argentinos, mientras más gente se quede en su casa, más se “achatará la curva” y por lo tanto, el sistema de salud podrá atender mejor la demanda. Pero, mientras tanto, el Gobierno se prepara para gestionar la emergencia.
Entre las cuestiones críticas a las que el Ministerio de Salud está prestando especial atención están los insumos y el recurso humano. Como reconocimiento a quienes estarán en la primera línea de fuego contra el coronavirus, el gobierno prepara un decreto con un incentivo económico extra para los trabajadores de la salud. Se trataría de una suma fija de 30 mil pesos a pagar en tres veces con fondos del estado nacional, tanto para el sector privado como para el público. Esto alcanzaría a unas 750 mil personas pero podría estar vinculado al presentismo, porque en algunos lugares se detectó un ausentismo pronunciado que podría estar ligado con el temor ante el avance de la pandemia, aunque en muchos sitios, como en el Instituto Malbrán, las autoridades destacan la buena predisposición y entrega del personal.
Para reforzar la atención, el gobierno evalúa convocar a estudiantes avanzados de enfermería y medicina, aunque para estos últimos habría que tomar una decisión respecto de la habilitación. Además, se prorrogó la residencia de los profesionales de salud en los hospitales.
Respecto de los insumos, los más importantes son los reactivos y los respiradores. El viernes pasado, la Argentina comenzó a recibir los 53 mil reactivos que se compraron en enero. La primera tanda fue de 7500 y así será cada semana. Estos se suman a los tres mil que había aportado la Organización Mundial de la Salud (OMS). A esto se suman los que importó el laboratorio Roche, supuestamente para experimentación y que el Estado logró que le fueran entregados como donación. “Cuando hay un producto escaso, la única forma que sea manejado con equidad es que lo centralice el Estado”, señalan en el ministerio. En total, los reactivos disponibles sumarían por el momento 65.570.
Actualmente, en el Malbrán se están procesando alrededor de 300 muestras por día, pero su capacidad es mucho mayor. En 2009, con la gripe A, el Malbrán llegó a procesar 800 muestras y ahora cuenta con una tecnología superior. El viernes pasado, en tanto, comenzó la descentralización de los estudios. En esta primera etapa, en los seis laboratorios anunciados (Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Santa Fe, Rosario y Tierra del Fuego). Progresivamente se agregarán otros hasta llegar a 35. En el gobierno descarta el “kit rápido” porque busca anticuerpos en vez del virus y eso hace que se produzcan muchos falsos positivos o negativos.
El otro insumo importante para los enfermos con coronavirus es el respirador. Se trata, además, de un producto demandado a nivel mundial en estas circunstancias. En la Argentina hay tres fábricas, la más importante es Tecme, que funciona en Córdoba. El Estado le prohibió la exportación y le comprará toda la producción. “Nos enteramos que personas de gran poder adquisitivo estaban comprando para instalarse uno en la casa”, sostuvieron. En este momento, hay casi nueve mil camas útiles (cama más respirador) en todo el país, pero el gobierno espera que en un mes haya diez mil. A la vez, se está trabajando con Toyota para garantizar la provisión local de una placa que necesitan esos aparatos y que actualmente se importa de Estados Unidos. Además, el presidente Alberto Fernández envió una carta al presidente de China para solicitarle otros 1500 respiradores.
“Estamos satisfechos de cómo fuimos reaccionando. Nos anticipamos a las medidas que tomaron muchos países, muchos reaccionaron tarde. Nuestra curva será ascendente, de eso no hay dudas, pero con la cuarentena podríamos evitar el gran pico”, señalan en la Casa Rosada. En el Ministerio de Salud se preparan para horas críticas, tratan de prever todo lo posible, pero también saben que es una estrategia que se ajusta día a día.
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