miércoles, 19 de febrero de 2020

La selfie de los rugbiers tras matar a Fernando Báez Sosa: sonrientes y con pulgares arriba

La imagen, en la que aparece el sospechoso número 11, fue tomada unos 20 minutos después del crimen, según precisó el abogado Fernando Burlando. La querella sostiene que la imagen podría tomarse como un indicador del ánimo de los acusados luego del asesinato y la presentará ante la fiscalía.


Blas Cinalli, quien saca la selfie, junto a Ayrton Viollaz, Lucas
Pertossi, Juan Pedro Guarino, Luciano Pertossi y 
Máximo
Thomsen. En el círculo, el sospechoso nº 11, 
un joven que
hasta el momento no fue identificado
Al cumplirse un mes del crimen de Villa Gesell, los abogados que representan a la familia de Fernando Baéz Sosa mostraron que los rugbiers se sacaron una selfie tan solo 20 minutos después de la golpiza. En la foto se los ve con ánimo festivo y sonrientes. La imagen habría sido tomada desde el celular de Blas Cinalli, de 18 años.

"Fundamentalmente lo que puedo aclararles es que es una selfie que se sacaron después de 20 minutos de la matanza. Y ahí se puede ver la actitud que tomaron luego del crimen. Tenían tiempo para sacarse selfies", contó el abogado Fernando Burlando, en diálogo con el nefasto Canal 13.

El abogado querellante sostuvo que la foto fue tomada a las 5:11 de la mañana tras el asesinato de Fernando. Burlando agregó que cuentan con los horarios precisos en que fue tomada la fotografía por lo que planean llevarla a la fiscalía para sumarla al expediente.

"Esto fue cuando volvieron a la casa que estaban alquilando. Esa es la imagen de los asesinos. Contentos, sacándose selfies. Es muy difícil excluir a los otros participantes", agregó el mediático abogado. En la foto aparecen además de Cinalli, Máximo Thomsen, Ayrton Viollaz, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi y Juan Pedro Guarino. Según la querella, la imagen podría tomarse como un indicador del ánimo de los acusados tras golpear a Fernando.

Además, la foto muestra por primera vez la imagen del sospechoso número 11, identificado como “Pipo”. "Es la primera imagen que tenemos del número 11. Está en el expediente. La fiscal tiene que investigar concretamente de quién se trata. La casa tenía 12 camas. Nosotros consideramos que el número 11 no es un testigo. Hay mucha información. Queremos colaborar con la Justicia. Hablaban del asesinato en manada, pedían drogas... Es algo muy importante que acercaremos a la fiscalía", sostuvo Burlando.

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