martes, 25 de junio de 2019

El operador periodístico Daniel Santoro deberá presentarse hoy a indagatoria ante Ramos Padilla por la causa de extorsión y espionaje ilegal

El juez de Dolores Alejo Ramos Padilla indagará mañana a las once al periodista Daniel Santoro, acusado de integrar la mega red dedicada a la extorsión y el espionaje ilegal. Ramos Padilla considera que el periodista mantenía un "vínculo de conocimiento y confianza con D'Alessio" y que participaba en las actividades ilegales que llevaba adelante la organización delictiva. 


Para el magistrado, el rol de Santoro era clave en el engranaje para concretar extorsiones y amenazas, como en los casos de Gabriel Traficante, Mario Cifuentes y Gonzalo Brusa Dovat.

La indagatoria tendrá lugar en medio de un escenario de presión de la corporación mediática a Ramos Padilla. El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) emitió un comunicado en el que esboza que la citación del juez puede implicar "una criminalización de la labor periodística". Además, advierte que "si se diera la detención de Santoro eso constituiría un hecho sin precedente en la democracia Argentina". Según el texto difundido en las horas previas a que Santoro deba viajar a Dolores, FOPEA sostiene que "le preocupa, entre otras cosas, que durante su investigación e indagatoria, el juez intente obligar a Santoro a revelar información sobre sus comunicaciones confidenciales con fuentes de información y la identidad de esas personas".

El juez Alejo Ramos Padilla sostiene que “se ha corroborado 'prima facie' no sólo el vínculo de conocimiento y confianza que mantenía Santoro con Marcelo D´Alessio, sino su participación y su aporte en las actividades ilegales que llevaba adelante la organización delictiva investigada”.

Para el magistrado, el rol del esbirro de Héctor Magnetto era clave en el engranaje para concretar las extorsiones y amenazas. Según afirma, “D'Alessio utilizaba su relación con Daniel Santoro para amedrentar y extorsionar a sus víctimas y las intimidaba con publicaciones periodísticas”, como por ejemplo en los casos de Gabriel Traficante y Mario Cifuentes. El juez de Dolores considera que a diferencia de otros periodistas que sólo se nutrían de la información que les proveía el falso abogado, en el caso de Santoro “habría tenido conocimiento de las actividades de espionaje ilegal que desarrollaba, sus métodos y contribuía al desarrollo de los planes ilícitos que llevaba a cabo la organización”.

En una entrevista con Jorge Fontevecchia, el operador periodístico de Clarín y del programa Animales Sueltos había asegurado que sólo recibía información por parte de D'Alessio. Es decir, que solo era una fuente periodística. Según había señalado en esa oportunidad sólo cometió “errores”, porque le dio demasiada confianza al falso abogado hoy detenido y procesado en la causa. Todo indica que esta va a ser su estrategia de defensa. Dirá que fue una víctima de D'Alessio y que desconocía las actividades ilegales que llevaba a cabo el supuesto agente de la DEA.

En concreto, se le imputa a Santoro haber colaborado en la extorsión al ex directivo de PDVSA, Gonzalo Brusa Dovat. Según detalla el llamado a indagatoria, Santoro “no sólo habría tenido conocimiento de los métodos intimidatorios y coactivos que fueron ejercidos sobre el ex Director de PDVSA Argentina para que brindara una entrevista en el restaurant Sarkis, sino que su actividad habría estado encaminada a la continuidad del plan pergeñado para que, en contra de su voluntad, Brusa Dovat finalmente formulara una denuncia penal con un contenido direccionado en la Fiscalía Federal del Dr. Carlos Stornelli”. Incluso, según denunció Brusa Dovat también la entrevista con Santoro fue “contra su voluntad”.

En un descargo que hizo público tras conocerse el llamado a indagatoria, el periodista acusó a Ramos Padilla de querer acallarlo: “Lamento que la jurisdicción de Dolores se haya hecho eco de una maniobra que busca callar mis investigaciones sobre corrupción”. En un comunicado, negó haber participado de la extorsión a Brusa Dovat ya que, según él, la entrevista le fue ofrecida por D'Alessio, y Dovat había dado su consentimiento. Lo que declaró en Dolores el ex directivo de PDVSA es que se sintió amenazado y no pudo negarse a dar el testimonio que le pedían. También Santoro negó en ese comunicado su participación en la coacción al empresario Mario Cifuentes: “Jamás mandé un mensaje mafioso ni participé de una coerción contra el empresario y dueño de la empresa OPS Mario Cifuentes. Mis notas sobre Cifuentes están basadas en una investigación que realizó, primero, el diario Río Negro, luego el diario La Nación, y yo continúe en el diario Clarín. Ello así, pues es un caso de interés público, en la medida que se trata de un contratista del Estado con una deuda millonaria con la AFIP”, se defendió

Cuando declaró como testigo, Cifuentes contó que vivió una verdadera pesadilla en manos de la banda de D'Alessio, que incluyó advertencias a través de menciones de su empresa por parte de Santoro en el programa Animales Sueltos y en una nota en Clarín. “El 04/04 me llamó (D'Alessio) y me dijo ‘mirá esta noche Animales Sueltos’. Esa noche lo miré y en un momento Daniel Santoro, cuando hablaba del caso de corrupción de una empresa constructora de Brasil (OAS), en vez de decir la empresa de Brasil dijo el nombre de mi empresa, OPS”. Era evidente que eso era un mensaje para mí”, concluyó. Como no cedía, otro día lo volvió a llamar y le advirtió: “Ultimo aviso, mira el programa de esta noche, si no reaccionas mañana, esto es una guerra, te sacan en Clarín y ahí empieza”. Después de esto "el diario Clarín publicó un artículo sobre mi persona donde me trató como ‘el nuevo Lázaro’ o algo así, eso lo firmó Santoro”, declaró el empresario en Dolores.

También se lo acusa a Santoro de haberle entregado información a D'´Alessio sobre sus colegas del programa Animales Sueltos, “que luego era reportada a otros miembros de la asociación ilícita”. De hecho, en la causa ya declararon como testigos Alejandro Fantino y Romina Manguel, quienes habrían sido espiados por la organización, con participación de su propio compañero de trabajo.

En la entrevista con Fontecvecchia, Santoro buscó mostrarse como una víctima del engaño de D'Alessio y dijo que antes de un allanamiento que había sido ordenado por Ramos Padilla decidió borrar de su teléfono todos los chats que había tenido “con jueces, con fiscales, con abogados” para no perjudicarlos.
Fuente:nota de Sofía Caram para Página/12

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