El científico francés tenía 89 años y había recibido el Nobel de Medicina en 2008. Pese a sus aportes, Montagnier dilapidó su prestigio en los últimos años. Por ejemplo, sugirió que la ingesta de papaya fermentada era un antídoto contra el Parkinson. Más cerca en el tiempo, y ya en plena pandemia del coronavirus, criticó la eficacia de las vacunas.
El científico francés Luc Montagnier, Premio Nobel de Medicina 2008 por su descubrimiento conjunto del virus del VIH , murió a los 89 años.
Así lo confirmó ayer el alcalde del suburbio de París donde estaba hospitalizado el científico.
Montagnier falleció el martes en el Hospital Americano en Neuilly-sur-Seine, precisó el alcalde, Jean-Christophe Fromantin. Así confirmó lo reportado por el diario Francesoir.
Nacido en Chabris en 1932, Montagnier obtuvo reconocimiento mundial cuando pudo identificar en 1984 el HIV, en plena expansión del SIDA. Entonces, se hablaba de "peste rosa" por el hecho de que el grueso de los contagiados eran homosexuales desde la irrupción de la enfermedad en 1981.
A mediados de los '80, el francés polemizó con su colega estadounidense Robert Gallo respecto de cuál de los dos había identificado primero el virus. Hoy se considera que fue Montagnier. En 2008 compartió el Nobel junto a Françoise Barré-Sinoussi, codescubridora del virus.
Antivacunas
Pese a sus aportes, Montagnier dilapidó su prestigio en los últimos años. Por ejemplo, sugirió que la ingesta de papaya fermentada era un antídoto contra el Parkinson. Más cerca en el tiempo, y ya en plena pandemia del coronavirus, criticó la eficacia de las vacunas.
De hecho, el Nobel galo ya era un reconocido antivacunas, al punto que en 2017 fue repudiado por la comunidad científica de su país al afirmar que las vacunas "envenenan" a los niños. Respecto de menores de edad, había anunciado en 2010 un ensayo con chicos en base a antibióticos para tratar el autismo, algo sin sustento científico, y se sumó al oscurantismo de quienes afirman que las vacunas son causa de autismo.
Así y todo, siempre negó haberse plegado a negacionistas del SIDA, pese a denuncias de colegas. Un negacionismo, el del SIDA, que incluso contó en sus filas con otro Nobel, Kary Mullis, galardonado en Química en 1993 y fallecido en 2019, que sostuvo que no es una enfermedad infecciosa. Mullis fue premiado por haber desarrollado un elemento calve en estos años de pandemia: el test de PCR.
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