Durante nefasta la gestión de la alianza de derecha Cambiemos, el Tesoro Nacional financió sus gastos corrientes con dinero de los jubilados.
El otrora opulento “fondo de los jubilados” perdió el 50% de su patrimonio en tan solo cuatro años, gracias a despilfarros, negociados y uso partidario del patrimonio. Sin embargo, no cesó ahí la funesta gestión de Cambiemos, ya que a meses de terminar su gestión le quitaron más de $ 120.000 millones a cambio de “papelitos de colores”. Alejandro Vanoli asumirá una ANSeS vaciada, por lo que colocará en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad a Edgardo Podjarny, un economista de su confianza que podrá auditar cómo se dilapidó el dinero público.
El FGS perdió U$S 30.423 millones desde que asumió el hijo bobo de Franco Macri hasta el 4 de diciembre, revelaron fuentes internas. En la actualidad cuenta con U$S 33.686 millones. Esto equivale a una caída del 47% del patrimonio desde los U$S 64.109 millones con los que contaba al 30 de octubre de 2015.
La ANSeS conducida por Emilio Basavilbaso demora la difusión de estos números para evitar el escrutinio público. De hecho, el último informe muestra los valores al segundo trimestre, mucho antes de la mega devaluación de agosto. Con esta disparada del dólar, del 9 al 30 de agosto, los activos perdieron U$S 16.200 millones. Pero también se derrumbaron en pesos debido a los desmanejos de Cambiemos: se hundieron $ 300.000 millones, de acuerdo a la información a la que consiguió este medio en exclusivo.
Después de esto, el ex titular del FGS Alejo Maxit aprovechó los últimos meses de macrifascismo para entregarle al entonces ministro de Hacienda Hernán Lacunza vaciar parte de los escasos fondos que quedaron a cambio de Letras reperfiladas, una maniobra que ya generó la apertura de un expediente por inconstitucional en el fuero de la Seguridad Social. Con un decreto ministerial de argumento, ANSeS le cedió liquidez al Tesoro Nacional por $ 123.000 millones.
La entidad que dirige ahora Alejandro Vanoli cuenta con cinco Letras por U$S 1.013 millones y $ 58.000 millones, en la valuación del 6 de diciembre a la que accedió este medio. Este lastre deberá ser manejado por el flamante subdirector ejecutivo de operaciones del Fondo, Edgardo Podjarny.
Con estos “papelitos de colores”, la deuda del Estado nacional en manos del FGS ascendió al 72% de los activos, muy por encima del 63% que había en 2015. Estos 9 puntos porcentuales de diferencia se explicaron por los 7 pp de proyectos productivos (inciso L), que cayeron al 4,3%, y las acciones, que se hundieron 3 pp al 11%.
Si se le restan los 15 pp de los bonos cuasipar al 72% de títulos públicos, los no garantizados representan el 48% de la cartera, por debajo del techo legal del 50%. El resto del patrimonio está compuesto por 5,5% de mutuos provinciales creados en la ley del blanqueo de capitales y 3,3% de títulos sub-soberanos.
Además de Basavilbaso, los encargados de dejar un organismo previsional vaciado fueron Luis María Blaquier, Martín Monge Varela y Alejo Maxit, quien ocupó la subdirección ejecutiva de operaciones del FGS a la par de la secretaría general de ANSeS. Esta última multifunción se explicó por la negativa de todos los candidatos de aceptar un cargo tan expuesto judicialmente ante las continuas mermas en su valor y las maniobras de dudosa legalidad que tomaron todos los que ocuparon esa silla.
El Fondo fue creado en 2008 por moción de Amado Boudou con la estatización de las AFJP. El ente tiene por objetivo servir como un colchón que reasegure la continuidad del sistema de reparto argentino, en caso de que los gastos de las jubilaciones sean mayores que los ingresos que se destinan para tal fin. Desde entonces, nunca debió ser utilizado, excepto por la insistencia de Basavilbaso de pagar la reparación histórica desde allí una vez concluidos los fondos del blanqueo de capitales.
Fuente: nota de Ezequiel Orlando para El Destape web
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