En vísperas de la votación de la ley de solidaridad y reactivación económica, Alberto acelera el acercamiento con el ex presidente de la Cámara de Diputados. Bronca en el peronismo por el reparto de lugares.
En plena negociación para aprobar el paquete económico de la ley de solidaridad y reactivación productiva, Felipe Solá nombró a la hermana de Emilio Monzó en un puesto clave de Cancillería.
La ex asesora de Rogelio Frigerio pasará a controlar la firma del canciller, al manejar los asuntos jurídicos del ministerio, un lugar que se reserva para los allegados de máxima confianza.
Es por eso que la noticia no cayó nada bien en el peronismo. "Los acuerdos son con los que integraron el Frente, no con los que participaron del peor gobierno de la historia democrática", cuestionaron.
"La Cancillería es una ensalada, hay uno de cada tribu. Este ministerio requiere de unidad de comando al igual que el Ejército", agregaron fuentes allegadas al Palacio San Martín.
A pesar de que Monzó venía realizando diversos guiños hacia Alberto Fernández que fueron recompensados con algunos puestos en el Congreso como el de prosecretaría administrativa -reservado para Florencia Romano-, hasta ahora no había ubicado a nadie en el gabinete.
La designación de María Inés representa un salto notable en el acercamiento de Monzó con el actual oficialismo, lo que pone en duda la permanencia de sus hombres en el bloque de Cambiemos.
Por el momento, Monzó solamente se atrevió a partir el bloque de la provincia de Buenos Aires, donde ya está avanzando en un armado político que incluye a varios intendentes y le disputa el liderazgo a María Eugenia Vidal.
Luego de las elecciones, hizo un acto en Florencio Varela (en el que el invitado estelar fue Rogelio Frigerio) con dirigentes de la Tercera Sección y sugirió que será candidato a gobernador en 2023.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario