El mandatario ultraderechista de Brasil salió de la sede del Gobierno sin hacer declaraciones. A más de 20 horas de que la justicia anunciara el resultado irreversible del balotaje, seguía sin reconocer su derrota.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonazi, salió ayer a la tarde del Palacio del Planalto, sede del Gobierno, sin hacer declaraciones a la prensa y seguía sin reconocer su derrota en el balotaje del domingo, más de 20 horas después de que el Tribunal Superior Electoral (TSE) anunciara que el resultado era irreversible, informó la prensa internacional.
Bolsonazi se retiró del Planalto alrededor de las 16 (misma hora en la Argentina) y se dirigió al Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial frente a la cual había decenas de periodistas apostados a la espera de una declaración del mandatario, pero no habló con ellos, según la agencia de noticias ANSA.
El sorete había permanecido desde la mañana en la sede del Gobierno, donde se reunió con su compañero de fórmula, el general Walter Braga Netto, y con uno de sus hijos, el senador Flavio Bolsonaro, quien fue coordinador de la campaña electoral.
El domingo por la noche, minutos antes de las 20, el TSE informó en su página web que el resultado de la elección, que favorecía al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, ya era irreversible. Lula se impuso con 50,90% de los votos válidos contra 49,10% de Bolsonaro.
Hasta el cierre de esta edición, Bolsonazi no había hecho ningún pronunciamiento sobre las elecciones, ni siquiera para reconocer el resultado.
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