viernes, 9 de septiembre de 2022

Una menos: a los 96 años y tras siete décadas en el trono, murió la Reina Isabel II del Reino Unido

La soberana se encontraba bajo observación médica en Balmoral, su residencia de verano en Escocia, adonde se dirigieron sus nietos e hijos, incluyendo al príncipe Carlos, de 73 años y heredero del trono. Fue coronada el 2 de junio de 1953 y mientras estuvo en el trono vio pasar a 15 primeros ministros y 7 papas. Al cumplir 21 años juró: “Toda mi vida, sea larga o corta, estaré dedicada a vuestro servicio”.



La reina Isabel II, de 96 años, falleció ayer en el palacio de Balmoral, Escocia, donde residía desde hacía semanas. Desde temprano se conoció que su salud estaba delicada y toda la familia real viajó hacia el lugar para acompañarla en sus últimas horas.

El Palacio de Buckingham anunció la muerte de la reina. “La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana”, publicó la familia real en Twitter.

Si bien la salud de la monarca había sido tema de interés en Reino Unido desde octubre pasado, la noticia de su muerte tomó por sorpresa al país que, en los días previos, la había visto hacerse cargo de sus funciones como jefa de Estado al aceptar la renuncia de Boris Johnson y encargar a Liz Truss la formación de un nuevo gobierno el martes.

El miércoles, mientras presidía un consejo, se retiró intempestivamente aduciendo molestias, pero que todos los expertos refirieron a sus problemas de movilidad. 

Sin embargo, a la luz del desenlace, crece la teoría de que allí y en ese momento fue el desencadenante de sus complicaciones médicas.

Isabel II, que este año cumplió 70 años en el trono británico, estuvo acompañada en su lecho de muerte por todos sus hijos y sus nietos. Incluso Enrique y Meghan, con quienes se rompió la relación, viajaron de inmediato hasta Escocia.

La prensa especializada en realeza en Reino Unido destacó que la reina eligió para sus últimos días el palacio Balmoral, una de sus propiedades predilectas y en donde había afirmado "siempre fue feliz".

El trono británico quedará ahora en manos del príncipe Carlos, quien este año ya reemplazó a su madre en el importante discurso de inicio del periodo legislativo ante el Parlamento. Esa ruptura del protocolo fue entendida por todos como el inicio de una transición progresiva en la Corona.

Antes de su coronación, el pelotudo debe decidir si mantiene el título de Carlos III como monarca, o bien si cambia su nombre, como han hecho cuatro de los últimos seis reyes británicos.

El primogénito de Isabel II y el duque de Edimburgo ha sido el heredero desde que su madre accedió a la corona, en 1952, y ha pasado ya a la historia como el aspirante que más tiempo ha aguardado para convertirse en monarca del Reino Unido y parte de las excolonias de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth).

Su vida pública ha estado marcada por los años grises que siguieron a su separación en 1992 de Diana de Gales, madre de sus dos hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, así como por su relación con Camilla Parker, con quien contrajo matrimonio en 2005 en una ceremonia civil a la que no acudió la reina.

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