"Estamos en uno de los ritmos más bajos de los últimos 20 años y hasta a los de la 125″, dijo Gustavo Idígoras, de CIARA. Presión devaluatoria y pedido de menos retenciones.
Con el objetivo en forzar una devaluación que redunde en mayores ganancias, los productores de soja están en niveles récord de retención de venta de granos a los exportadores. Los números son incluso peores que en el 2008, en medio de la peor crisis política entre las patronales concentradas del campo y un gobierno peronista, cuando se discutieron en el Parlamento las retenciones móviles.
Esos datos fueron confirmados por el titular de la CIARA-CEC, la cámara de exportadores de granos, que es la que les compra a los productores para luego procesar y vender al exterior.
En paralelo, en el Gobierno aseguran que además de la baja en las ventas agropecuarias a los exportadores, también hay un menor volumen de liquidación de divisas por parte de las empresas que venden al exterior.
En ese sentido, fuentes oficiales confirmaron que trabajan en mecanismos para acelerar la liquidación, pero descartan que eso redunde en una baja en las retenciones, que es por lo que presiona el sector. Lo curioso de estas maniobras especulativas es que se están dando cuando los valores de los granos en Chicago están yendo a la baja, luego de meses en los que hubo precios récord.
"Hay entre 28 y 29 millones de toneladas, que a precio de exportación representan cerca 14.000 millones de dólares", dijo Gustavo Idígoras en declaraciones radiales. Y agregó que “hay una situación bastante preocupante en el término del ritmo de venta de soja. Estamos en uno de los ritmos más bajos de los últimos 20 años y hasta menor al 2008 cuando fue la crisis de la 125″. En ese contexto, destacó además que eso se da, incluso, cuando los precios de los commodities están volviendo a los niveles previos a la guerra en Ucrania. Esto quiere decir que, aún a riesgo de que el producto se siga desvalorizando estando guardado, apuestan más a recomponer ingresos por un tipo de cambio mejor que ante el riesgo de perder por el valor internacional. Incluso piden que se les bajen retenciones para soltar los granos.
Según Idígoras, la demora en las ventas de los sojeros responde, en parte, a la falta de gasoil y a que “nadie sabe cuánto va a valer el dólar y a que precio van a pagar los insumos los productores cuando tengan que vender soja para comprar sus insumos para la próxima siembra, y por lo tanto el ritmo de venta de los productores a los exportadores está muy reducido. Al día de hoy tendrían que haber entrado más de 4.500 camiones y entraron solamente 2.500, y la mayoría de maíz, cuando el mayor flujo debería ser de soja. Eso el Gobierno lo viene monitoreando y nos están pidiendo informes de situación”.
Matías Lestani, secretario de Agricultura, habló de varios temas en la apertura de la muestra del campo en la Rural. Uno de ellos fue la propuesta de baja de las retenciones deslizada por Idígoras, con el objetivo de estimular la venta de soja. Lestani indicó que la misma “será evaluada por el Banco Central y por la ministra de Economía (Silvina Batakis) que son las áreas de injerencia en eso puntualmente”. La mención, en realidad, refiere a medidas que el Gobierno tiene en análisis y que, a priori, irían en diferentes frentes con la intención de acelerar la liquidación. En el Economía y Agricultura afirman que más allá de las bajas ventas de los sojeros, también hay menos declaraciones juradas de los exportadores, que están liquidando menos.
De acuerdo a datos de la cartera que conduce Julián Domínguez, en los primeros seis meses del año se exportaron 32,7 millones de toneladas de todos los granos, una mejora de 18 por ciento respecto a igual período del 2021. Asimismo, yendo por productos, hablando de harina y aceites, en el primer semestre se acumularon 15,5 millones de toneladas, una baja de 26 por ciento contra igual período del año pasado. Por último, en cuanto a aceites procesados, la caída fue mayor, por encima del 27 por ciento y se dividió en muy pocas empresas.
"Necesitamos estabilidad de política macroeconómica y cambiaria. Como el Gobierno puede tener dificultades para garantizar eso, tendría que buscar algún tipo de estímulo o incentivos para que el productor vea condiciones para vender", dijo Idigoras sobre este punto. Expresó así que "hoy hay un alto nivel de retenciones del 33 por ciento en la soja".
Para el Gobierno, la no liquidación del campo es un problema central sabiendo que Argentina tiene pocos dólares en las reservas y la volatilidad cambiaria lo exige a reforzar la caja para poder estabilizar el tipo de cambio antes las presiones devaluatorias.
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