Aunque la distinción parece ser semántica, lo que se define como refuerzo es el beneficio de una dosis extra; en tanto que la tercera dosis refiere a un universo de personas en cuyos casos, aun con dos dosis, podría no haber anticuerpos suficientes en el tiempo.
La decisión del Gobierno de vacunar con una tercera dosis a mayores de 50 que hayan recibido Sinopharm y a las personas inmunodeprimidas generó dudas sobre la terminología utilizada por los funcionarios, quienes evitaron hablar de un refuerzo contra el coronavirus. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre una y otra?
En ambos casos se trata de un tercer pinchazo y la distinción parece ser semántica. En lo que se define como refuerzo se plantea el beneficio de una dosis extra; en tanto que la tercera dosis refiere a un universo de personas en cuyos casos, aun con dos dosis, podría no haber anticuerpos suficientes en el tiempo.
Para Jorge Geffner, doctor en Bioquímica, profesor de Inmunología en la UBA e investigador superior en el Conicet "es una diferencia semántica, y no tiene tanta importancia".
Asimismo, precisó que el universo de los inmunodeprimidos comprende a pacientes oncológicos, trasplantados, enfermos de HIV y aquellos que sufren inflamaciones crónicas como lupus y artritis. En todos los casos son personas que por sus tratamientos sufren una baja en las defensas.
El objetivo en estos casos es que respondan a los anticuerpos ante la posibilidad de que con dos dosis una porción de ese universo no tenga anticuerpos suficientes.
Por qué se aplica una tercera dosis contra el coronavirus
Jorge Geffner, doctor en bioquímica |
"Se busca levantar la respuesta", resaltó Geffner. Respecto de por qué se apunta a vacunados con Sinopharm, estimó que "es una muy buena vacuna, como cualquiera de las otras. Todas son efectivas en cuanto a infecciones severas, pero Sinopharm tiene un poco menos de efectividad en las infecciones leves".
En todo caso, aclaró el científico, "se trata de personas que están vacunadas y eso ya es importante. Hay estudios que muestran que entre los 8 y los 10 meses cae un poco la efectividad en cuanto a infecciones leves y por eso la importancia de la tercera dosis. Pero no tenerla no implica estar desprotegido".
Geffner trazó una comparación con otros inmunizantes que no fueron diseñados para luchar contra el coronavirus. "Las vacunas contra el sarampión y la polio garantizan inmunidad por décadas. Con las vacunas contra el coronavirus no es así: protegen por un tiempo, y no es que uno se quede desprotegido, pero hay que pensar cuándo dar la tercera dosis". En ese sentido, subrayó que en Estados Unidos y Europa apuntan a la tercera dosis para mayores de 65 años a partir de los nueves meses. "Israel probó con eso y tuvo suerte", apuntó.
Así las cosas, habrá que pensar en tercera dosis para el personal de salud que completó el esquema de dosis el verano pasado, cuando llegaron las primeras vacunas y los médicos y enfermeros fueron los primeros en inocularse. "Después haría que pensar en los mayores de 60, 65 años, cualquiera haya sido la vacuna que recibieron", apuntó.
Geffner consideró que 2022 debería ser un año en el que toda la población reciba una dosis. "La efectividad es el parámetro en inmunología, es decir, cuán eficaz es una vacuna para prevenir una infección severa o leve, y tenemos un muy buen nivel de efectividad desde enero", dijo, al tiempo que descartó la posibilidad de repetir un esquema de dos dosis, dado que "no sobran vacunas en el mundo, con lugares como África, donde se ha vacunado al 4 por ciento, y ya se ha visto que la tercera dosis genera anticuerpos".
El científico insistió en que "estamos protegidos sin tercera dosis, pero queremos protección al tope y por eso hay que vacunarse", con lo que hará que planificar la tercera dosis para 45 millones de personas, mientras la pandemia pasa a ser una endemia y, con los años, alcanzará con una dosis anual, como con la gripe, para estar inmunizados.
"No se trata solamente de protegernos, sino también de cortar la circulación del virus, si no se favorece que haya nuevas mutaciones. El refuerzo genera respuestas óptimas, ya sea para levantar anticuerpos o para mantenerlos en el tiempo; esta ha sido una decisión acertada e incluso habría que completar esquemas de vacunación de la población antes de pensar en vacunar a turistas", cerró.
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