martes, 26 de octubre de 2021

Acampe y verdurazo de la UTT frente al Congreso, en reclamo de una Ley de Acceso a la Tierra

El proyecto plantea la creación de un Procrear Rural para los trabajadores de la agricultura familiar. Según los datos de la Unión de Trabajadores de la Tierra, actualmente el 87 por ciento de las familias de agricultores tienen que arrendar las tierras en las que trabajan por no poder comprar una parcela propia. La situación, que los afecta como trabajadores, tiene consecuencias sobre toda la población, al encarecer los precios de los alimentos frescos.



La Unión de Trabajadores de la Tierra comenzó ayer un acampe de cuatro días frente al Congreso Nacional en reclamo de avances en el tratamiento de la Ley de Acceso a la Tierra. El proyecto plantea la creación de créditos blandos -un Procrear Rural-, para los productores y productoras de la agricultura familiar. Según los datos de la UTT, actualmente el 87 por ciento de las familias de agricultores tienen que arrendar las tierras en las que trabajan por no poder comprar una parcela propia. La situación, que los afecta como trabajadores, tiene consecuencias sobre toda la población, al encarecer los precios de los alimentos frescos.

“Nosotros tenemos un cálculo: una familia, accediendo a la tierra, genera verduras para abastecer a 130 hogares. Es decir que esto tiene una repercusión directa en la calidad de lo comemos”, planteó al inicio de la jornada Rosalía Pellegrini, referenta de la organización.

La protesta tiene carácter nacional, ya que la presencia frente al Congreso será acompañada en el interior del país por otras acciones. Por ejemplo este mediodía, en simultáneo con la llegada de los manifestantes al centro porteño, una delegación de mujeres de la agricultura familiar bloquearon la puerta de la transnacional Bayer/Monsanto, en la localidad de Zárate, donde organizaron un verdurazo en el que repartieron hortalizas y frutas agroecológicas.

El reclamo seguirá hasta el jueves, con actividades anunciadas en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Chaco, Formosa, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Mendoza, La Pampa, Neuquén, Río Negro y Chubut.

En la plaza de los Congresos hubo largas filas desde la mañana. La gente esperó el verdurazo. "Somos miles de campesinos, cooperativas agrarias y pequeños y medianos productores que proponemos un modelo sustentable a traves de la agroecología y la democratizaciòn de la tierra para lograr la soberanía alimentaria en nuestro país", dijo Zulma Molloja, vocera del gremio al insistir en la importancia de que la ley tenga tramiento.

Este proyecto de ley de Acceso a la Tierra fue presentado el 22 de octubre de 2020. Ya había sido llevado al Congreso otras dos veces durante la infame gestión de Miauricio Macri Blanco Villegas, primero en 2016 y luego en 2018, por entonces sin grandes expectativas de lograr su aprobación pero como parte de la necesidad de instalar el problema del acceso a la tierra en la agenda.

Tras el cambio de gobierno y ante la creciente preocupación por la suba en los precios de los alimentos, consiguió el respaldo de Alberto Fernández. El presidente recibió, en febrero de 2020, a una delegación de la UTT, del Movimiento Nacional Campesino Indígena y la Federación de Cooperativas Federadas y expresó su apoyo a la propuesta. Eran meses en los que el estado nacional comenzaba a distribuir la Tarjeta Alimentar, la agenda estaba dominada por las dificultades en el acceso a la comida que luego la pandemia agravaría.

El respaldo presidencial creó una fuerte expectativa por lograr la sanción de la ley. En mayo de 2020 incluso se realizó en Diputados una reunión conjunta de las comisiones de agricultura y legislación general para tratarlo. Pero el proyecto quedó luego congelado: todavía no tiene siquiera dictamen, el paso previo a poder ser llevado al debate del pleno de la cámara baja.

“Había un compromiso que el gobierno no cumplió. Nosotros esperamos que con el acampe, esta semana los diputados por lo menos avancen en dar dictamen”, señaló Agustín Suárez sobre el objetivo de la movida.

El proyecto

El proyecto de ley propone así crear una línea de créditos para que los productores de la agricultura familiar puedan comprar tierras rurales.

Por otra parte, apunta a crear un banco de tierras, es decir que el estado destine parte de las tierras públicas ociosas a ser vendidas mediante ese sistema de créditos blandos.

Para la asignación de los créditos propone un sistema de puntaje, que otorgue prioridad a mujeres solteras con hijos, así como a los jóvenes, a quienes tengan conocimientos previos de producción agroecológica y a quienes residan dentro del mismo municipio donde estén ubicadas las tierras a adquirir.

A su vez, el proyecto dispone que quien reciba un crédito quede obligado a cumplir con una serie de condiciones, como reducir progresivamente el uso de agrotóxicos. Otras imposiciones consisten en residir en el predio comprado, trabajarlo en forma personal, mantener indiviso el terreno, no alquilarlo, venderlo ni transferirlo por un período de 20 años.

Frente a Monsanto

En la manifestación que bloqueó en el ingreso a la planta de Monsanto, las mujeres de la UTT denunciaron que “el modelo que imponen estas empresas no nutre ni alimenta. Al contrario, imponen un paquete agrotóxico que mata y envenena, desatando efectos negativos sobre la salud de la tierra, provocando desmontes, contaminación y enfermedades”.

Su denuncia enfocó también la concentración económica. En este sentido marcaron en un documento que cuatro multinacionales manejan el mercado global de insumos agrícolas. “Empresas como Montsanto, Bayer o Syngenta no están al servicio de la producción de alimentos, sino que son las propias responsables de la crisis alimentaria que estamos atravesando”, aseguraron.

“Mientras una parte de nuestra población tiene comprometida su nutrición adecuada y otra parte debe gastar casi la totalidad de su salario en alimentos, estar corporaciones que concentran el 80 por de las marcar en las góndolas tienen rentabilidades que superan los mil millones de pesos anuales. Es un modelo agroalimentario que no da para más”, añadieron.

Junto con el piquete, las productoras hicieron un verdurazo y entregaron a los vecinos de la zona alimentos sanos y agroecológicos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario