Así lo determinó un estudio realizado por investigadores del Conicet y el Ministerio de Salud bonaerense. Por su parte, el Ministerio de Salud de la Nación aclaró que no evalúa dar una sola dosis de la vacuna Sputnik V a las personas que tuvieron coronavirus.
Un estudio realizado por investigadores del Conicet y el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires con trabajadores de la salud que fueron inmunizados con la vacuna Sputnik V determinó que el 100% de los voluntarios desarrolló anticuerpos específicos contra el coronavirus tras recibir el esquema completo de dos dosis, y sugirió que quienes estuvieron previamente infectados pueden alcanzar una alta respuesta inmune solo con la primera.
La investigación reveló que el promedio de cantidad de anticuerpos en personas previamente infectadas que recibieron una sola dosis de la vacuna es ocho veces superior a la de aquellos voluntarios sin infección previa que recibieron el esquema de vacunación de dos dosis.
Tras la difusión del informe, el Ministerio de Salud aclaró que no evalúa dar una sola dosis de la vacuna Sputnik V a las personas que tuvieron coronavirus, según informaron fuentes oficiales.
"Es solo un informe técnico. Muy importante desde el punto de vista científico", agregaron las fuentes, que aclararon que "no está bajo evaluación en el Ministerio de Salud no dar la segunda dosis de Sputnik V a las personas que tuvieron Covid-19".
"Los resultados del estudio muestran que las personas previamente expuestas al virus, que mostraron tener anticuerpos antes del inicio de la vacunación, generan una respuesta inmune humoral rápida al recibir una dosis de la vacuna Sputnik V, produciendo niveles de anticuerpos similares e incluso superiores a los producidos por personas no infectadas que recibieron dos dosis de la vacuna", afirmó la investigadora del Conicet Andrea Gamarnik en un comunicado del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y una de las responsables del estudio, explicó que "lo que vimos es que cuando una persona se infecta, por más que tenga anticuerpos bajos, al recibir la primera dosis de la vacuna funciona como un boost (impulso) que activa al sistema inmune y gatilla la producción de anticuerpos de una manera muy robusta".
"Al haber estado en contacto con todo el virus el repertorio de anticuerpos es más amplio, pero luego al recibir la primera dosis de vacuna se da un boost sobre anticuerpos contra la proteína spike", agregó.
En la misma línea, otro de los científicos que participó del estudio, Jorge Geffner, investigador del Conicet en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (Inbris), indicó que "estos resultados sugieren que la infección previa genera memoria inmunológica que se evidencia con la primera dosis de Sputnik V produciendo niveles aumentados de anticuerpos en comparación con individuos no infectados previamente".
El comunicado del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación señaló que "el hallazgo avalaría revisar el esquema de vacunación para aquellas personas con antecedentes confirmados de infección por el coronavirus SARS-CoV-2, lo que permitiría optimizar recursos sin comprometer la eficacia de la inmunización".
El Estudio
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En la primera etapa del estudio se analizó la respuesta inmune de 142 trabajadores de la salud que se ofrecieron como voluntarios (de 18 a 59 años) de siete centros públicos de la provincia de Buenos Aires, de los cuales 22 habían estado previamente infectados con el nuevo coronavirus.
En el protocolo empleado, se tomaron muestras de suero previo a la vacunación (nivel basal), a los 21 días de haberse aplicado la primera dosis y a los 21 días de haberse inoculado la segunda dosis.
Las muestras recolectadas en la provincia de Buenos Aires fueron transportadas y analizadas en el Laboratorio de Serología de la Fundación Instituto Leloir (FIL), coordinado por Andrés Rossi y Anabel Álvarez Juliá.
Para ello se utilizó el test COVIDAR IgG desarrollado en este instituto, así como pruebas adicionales para medir la capacidad neutralizante de los anticuerpos realizadas en la FIL y en el Inbris.
En este proyecto se analizaron 600 muestras de suero y se realizaron más de 3.000 determinaciones para la cuantificación de anticuerpos del tipo IgG contra la proteína Spike del virus, como así también la cuantificación de anticuerpos neutralizantes de la infección, para lo cual se evaluó la capacidad que tenía el suero de impedir que el SARS-CoV-2 infecte a una célula.
El estudio mostró que el esquema completo de la vacuna Sputnik V indujo una respuesta humoral (de anticuerpos) contra la proteína Spike del nuevo coronavirus en el cien por ciento de voluntarios a los 21 después de la segunda dosis.
"Tras la aplicación de la primera dosis de Sputnik V, la respuesta inmune contra SARS-CoV-2 en el grupo con previa infección llegó a un valor de 12.800 (lo que mide cuantas veces se puede diluir el anticuerpo y aún detectar su actividad), y el otro grupo (sin previa infección) mostró un valor medio de 200", informaron los investigadores y añadieron que "tras la segunda dosis, la cantidad de anticuerpos en el grupo sin previa infección saltó de 200 a 1.600, mientras que en el grupo con previa exposición a SARS-CoV-2 no se observaron diferencias significativas tras comparar el nivel de anticuerpos después de una y dos dosis de vacuna".
En relación a la capacidad de los sueros de los voluntarios vacunados para neutralizar la infección viral, los anticuerpos neutralizantes en el grupo con previa infección también fueron superiores con una única dosis a la del grupo sin infección después de recibir la segunda dosis.
Si bien recientes trabajos con las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna habían mostrado que la generación de anticuerpos luego de una dosis en personas con exposición previa al virus es de tal magnitud que sería posible no aplicar una segunda dosis, Gamarnik indicó a Télam que ésta es la primera vez que se realiza la prueba con la Sputnik V.
"En todos los casos, la duración de los anticuerpos es algo que aún estamos estudiando. Este es un proyecto a largo plazo y la idea es seguir midiendo el suero de los voluntarios vacunados por un año", concluyó Gamarnik.
Además del Ministerio de Salud bonaerense, la FIL y el Inbris, del estudio participó Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que depende del Conicet, y recibió el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
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