lunes, 18 de mayo de 2020

Optimismo por un posible acuerdo por la deuda externa

El buen ánimo oficial se explica porque la ofertas, incluso de la del duro Black Rock, "serían razonables" y permitirían llegar a un acuerdo.


“Está Contento”. Así describieron en el Palacio de Hacienda el estado de ánimo del ministro de economía, Martín Guzmán, tras un primer análisis de las tres contrapropuestas que elevaron los principales acreedores del país para la renegociación de la deuda externa. Las iniciativas fueron presentadas el viernes a última hora por el fondo de inversión Black Rocky los grupos Ad Hoc y Exchange.

El buen ánimo oficial se explica, según comentan, porque la ofertas incluso de Black Rock (uno de los más duros), “serían razonables” lo que permitiría llegar a un acuerdo.

Los precios de las ofertas rondarían los 56 dólares, a distancia de los 48 dólares que estaría dispuesta a ceder la Argentina, según comentan los especialistas. Es decir que la diferencia entre ambos intereses no sería “insalvable”.

Las demandas de los bonistas no son uniformes ya que el grupo Exchange demanda paridades mayores que el resto ya que las cláusulas de emisión de estos bonos son más favorables para los acreedores.

Los fondos se apresuraron en mandar sus propuestas porque recibieron un mensaje claro en cuanto a la voluntad del gobierno por seguir negociando, según quedó explícito en las últimas declaraciones del Ministro Guzmán.

Si bien los tres grandes grupos de acreedores pensaban llegar a presentar una propuesta en común, viendo que alcanzar este consenso les llevaría más tiempo, optaron por dar una señal de interés por seguir negociando y se presentaron por separado. “Se imaginan cómo hubieran abierto los mercados si al lunes no se hubiera presentado nadie”, comentaba un analista de mercados.

Las contrapropuestas de los bonistas contemplan la no quita del principal y la capitalización de los intereses durante el periodo de gracia, según pudo saberse. “Se encuentra dentro del margen de negociación del gobierno y hay espacio para un acuerdo mutuamente beneficioso”, explicó un especialista en renegociación de deuda externa.

Se espera que en el curso de los próximos días se lleven adelante intensas negociaciones. No existe certeza en cuanto a que se pueda llegar a un acuerdo antes del próximo viernes, fecha límite fijada por el gobierno argentino. De todas formas, se considera que este plazo pasaría a ser anecdótico ya que nadie estaría dispuesto a disparar la aceleración, es decir demandar el pago anticipado de los bonos, en un marco, en que las negociaciones se encuentran encaminadas.

“Es alta la probabilidad de un acuerdo ya que nadie iría a default por una diferencia de dos o tres dólares”, sostienen fuentes del mercado, en tanto aclaran que esperan que se supere la desconfianza inicial existente entre los bonistas y el titular del Palacio de Hacienda.

Por otra parte, se comenta que ni los bonistas ni el gobierno tienen interés, en la medida de lo posible, de ingresar en un standstill (es decir un período de espera) ya que el ánimo predominante es hacia un acuerdo y, por otra parte, decretar un período de gracia demandaría consultas entre los bonistas que tornan dificultoso el procedimiento.

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